viernes, 31 de octubre de 2014

Adicto al trabajo



Un chico llamado Juan era adicto al trabajo, era orientador para los alcohólicos y organizaba ejercicios con la finalidad de que lo dejaran, eran su prioridad. Se sentía identificado porque su padre era alcohólico y los abandonó cuando era pequeño.

Juan tenía mujer pero estaba siempre trabajando así que ella decidió separarse. Él hizo lo posible para que eso no ocurriera pero no lo consiguió, esto lo llevo a él al alcoholismo. Un día sus pacientes lo descubrieron y decidieron dejar el alcohol cada uno de ellos por él, aunque algunos no lo consiguieron, hicieron que Juan se diera cuenta del error que había cometido y no paró asta volver a conquistar a su mujer.

Alba Román Sinoga

martes, 28 de octubre de 2014

Así comienzan


Sábado noche, el pantalón vaquero junto con la camisa y zapatos de marca que podrías ver tu reflejo en ellos; en definitiva ropa más que perfecta. Y el pelo aun más. Todo pintaba bien.
Se reunieron todos, en el sitio de siempre , para hacer botellón. Todos los amigos comenzaron a beber, pero claro, menos el nuevo. Aquel que decía que el alcohol era malo; el que siempre decía no, cuando alguno de sus amigos le ofrecía una copa. Él mientras que sus colegas "disfrutaban" de la noche emborrachándose con alcohol, él se sentía excluido cada vez más del grupo. Los amigos le decían "bebe, no pasa nada"; pero él siempre les respondía de la misma manera, que no. Eso eran todos los sábados, cada vez que salían, unos se tiraban por el suelo alcoholizados perdido, mientras que los otros más de lo mismo. Pero claro, llegó el día de que el chico cambió, aceptó una copa que le ofreció su mejor amigo. Eso le conllevó a otra, otra, y más,...Hasta de llegar al punto de no reconocer a nadie y de no saber regresar a su casa.

MªÁngeles García Checa

Camino equivocado

Qué bonita fue nuestra historia de amor, esa que solo éramos tú y yo, esa en la que cuando estábamos juntos olvidábamos el resto del mundo. Entonces se cruzó  en tu vida esa tercera persona que llevaba ropa de marca y zapatos caros. Tú la elegiste a ella y lloras por los rincones borracho sin poder olvidarme. Ahora dices que el amor no se compra con dinero, pero ahora ya es tarde. Aunque todavía te sigo queriendo y me mata el verte así; es tarde, elegiste el camino equivocado.


Patricia Mohedano

Parar a tiempo

El problema es saber parar a tiempo. Cuando no sabes parar insultas a tus amigos, peleas con tus enemigos y bailas con la muerte.
La muerte que te acompaña de copiloto cada vez que vuelves a casa conduciendo borracho.
Cada mañana, mientras echas el hígado por la boca, te arrepientes de lo que has hecho.
Medita esta noche cuando salgamos de marcha.

¿Para qué te sirvió perder el control?

Ian Domínguez

lunes, 27 de octubre de 2014

El nuevo amor de Noelia




Noelia tenia como amor a una botella hasta que esta le traicionó. Su madre le convenció para que fuera a unas reuniones a las que iba gente alcohólica, al principio no es que tuviera muchas ganas, no hablaba, simplemente escuchaba, aunque eso no le ayudaba mucho. Pero su interés cambiaría gracias a la llegada de un muchacho, que estuvo al borde de la muerte. Se hicieron amigos, hablaban de lo que le ocurrió a cada uno y aprendieron que los problemas no se arreglan bebiendo, te ahogas con ellos. Se enamoraron y prometieron que si uno caía, el otro estaría allí para levantarlo.





Alba Román Sinoga 

viernes, 24 de octubre de 2014

Niña inundada de alcohol.

Expediente perfecto, sin ninguna falta de asistencia, con matrículas de honor, comportamiento excelente, posibilidad de estudiar cualquier carrera; eso sería la descripción de una alumna diez, alumna más que perfecta. Todo comenzó en su infancia, aproximadamente a partir de los tres años, cuando su padre llegaba a las tantas de la noche y, borracho, pegaba a su madre, día sí y día también, e incluso violaba a su pequeña. Pero claro aún era una cría, no se daba cuenta...
Ya tenía suficiente edad, acaba de terminar tercero de la eso, seguía sacando increíbles notas. Pero una noche oscura y fría, llegó su padre, hacía ya años que no se pasaba por allí. Ella ya está acostada en su cama, cuando de repente él abre la puerta de su habitación con un portazo, ella se despierta sobresaltada, claro. Es ahí, en ese momento cuando se da cuenta de que fue violada por su propio padre borracho.
Desde ese día cambió: malas notas, comportamiento inaceptable, faltaba cada dos por tres,... y comenzó a juntarse con unas "juntiñas" muy conflictivas. Se iba al descampado a beber alcohol. Los médicos le dijeron que si cogía otra borrachera como la anterior, no la contaba. Y así fue, ella metida en un ataúd, mientras que su padre dusfrutaba de la vida, ya que ni si quiera había ido a la cárcel por violador.

MªÁngeles García Checa

jueves, 23 de octubre de 2014

Una vida desperdiciada


 
Hugo era un chico muy trabajador y estudioso. Para él era más importante el estudio que la fiesta, pues pensaba que algún día este esfuerzo se vería recompensado.
Llegó el día y, tras muchos nervios, consiguió un trabajo en un gran bufete. 
Un día que iba al trabajo tuvo un accidente.
¿Para qué tanto esfuerzo?
Un conductor borracho se llevo su vida y sus ilusiones.
 
 
 
María José López Ortiz

miércoles, 22 de octubre de 2014

El niño agresivo

Alejandro era un joven de 15 años que había vivido toda su vida rodeado de alcoholismo  y violencia. Su padre, cuando llegaba borracho, lo pagaba con la madre. Un día hubo una fiesta en su pueblo. Todos los chavales la celebraron yéndose de botellón por la noche. El joven nunca había probado el alcohol, le gustó y se pasó. Cuando pasó un tiempo desde ese día los padres se enteraron de que bebía alcohol y a él no le gustó.
Entonces cada vez bebía más y más. Un día se enamoró y empezó a salir con una chica que no sabía que era alcohólico. Ella habló con él para que dejase el alcohol. A este no le sentó muy bien y empezó a pegarle a la muchacha y a insultarle. Pasado un largo tiempo de esto se metió en una clínica y le pidió perdón a la muchacha y esta volvió otra vez con él cuando vio que estaba sano.

Joaquín Carrasco

domingo, 19 de octubre de 2014

¿De qué te sirve?

Te faltó autocontrol, no supiste parar a tiempo y por eso mandaste mensajes que nunca pensaste mandar, bailaste con gente que ni conocías ni debías, maltrataste e insultaste a tus amigos, casi terminas con la vida de dos inocentes en la carretera, y ahora desperdicias tus mañanas vomitando y sin ganas de nada, mientras te arrepientes de todos tus errores del ayer. Y todo esto, ¿De qué te sirve?

Paula Román

ANIVERSARIO



Juan y María estaban felizmente casados y enamorados. Habían pasado ya casi 9 meses desde la boda, pero, algo no empezaba a ir bien, ya que María era una de las pocas mujeres a las que les gustaba la violencia y ser las dictadoras de su casa. Al principio solo era "hazme caso", "obedece" e insultos, que poco a poco fueron amedrentando a Juan.
Justo cuando hicieron los  dos años de casados María decidió pasar a mayores por culpa del alcohol.

Juan no pudo hacer nada y hay estaba desangrado en la cocina.

Solo dijo una frase antes de morir: Feliz aniversario, mi amor.

Francisco Teba Verdejo

jueves, 16 de octubre de 2014

Inocentes condenados por el alcohol

"Esta pareja de jóvenes  lo tenían todo en sus manos, dinero, tiempo, juventud, días, noches, atardeceres, pasión, energía, amor...Y una moto. Les encantaba montarse en ella y evadirse de todo recorriendo las carreteras sin destino fijo, fuese la hora que fuese." Esto es lo que cuentan en el periódico de los jóvenes fallecidos por un accidente brutal tras la colisión de un coche frontal contra la moto a manos de un conductor por el que por sus venas no corría sangre, sino alcohol.

Lucía Guerra

miércoles, 15 de octubre de 2014

El viaje.


Salía de su casa muy contenta ya que se iba con sus amigas de fiesta. Se despidió de su madre rápido, porque ya iba tarde. Llegó a la fiesta y  no estaba tranquila, sentía un remordimiento, suponía algo... 
No bebió ni una gota de alcohol. Quería irse de allí y llegar a su casa. Por fin , llegó esa esperada hora, cogió su coche  y, sin quitar ojo de la carretera, iba pensando en qué haría el siguiente día.
 De repente sintió un golpe, sintió pena, sintió que no era su culpa; de repente, sintió la muerte. 

Susana Mata

lunes, 13 de octubre de 2014

Una voz del cielo

Una niña llamada Esperanza, de Sevilla, que tenía 17 años. Vivía con su padre, se llamaba Pablo, era un señor muy guapo y de unos 40 años. Su padre, siempre le decía a Esperanza que le recordaba mucho a su madre, Rocío, rubia y de ojos claros. Rocío se divorció de Pablo hace ya mucho tiempo y desapareció, es decir, se fue y no saben nada de ella. Para Esperanza, su padre fue un gran apoyo a lo largo de su vida, porque ella quería mucho a su madre y se decepcionó muchísimo. Un día a Pablo le despidieron de su trabajo y al verse así, entró en una depresión muy fuerte. Esperanza estaba muy mal por él. Un día a Pablo le detectaron una enfermedad, que no tenía cura porque la pillaron demasiado tarde y cada vez iba a peor. No le querían decir nada a Esperanza aún, pero ella se enteró, pasaron 6 días y Pablo murió. Esperanza estaba demasiado mal, entró en el mundo de las drogas y el alcohol, durante mucho tiempo. Hasta que un día se echó un novio, se llamaba Pedro. Ella le contó toda su historia, y Pedro le ayudó a salir adelante. Esperanza consiguió dejar las drogas y el alcohol gracias a su novio y, también, porque pensó que su padre le estaría viendo desde el cielo y no estaría orgulloso de ella si seguía consumiendo.

Paula Marta Román Lobato

Lo probó

Era una persona normal, hasta el día que probó el alcohol. En ese momento su cabeza solo pensaba en consumir alcohol y probar cosas nuevas, cada vez que bebía no ponía límite para parar. Se creó una dependencia. Sus amigos y familia le dieron de lado por culpa del alcohol.

Laura Ruiz

El alcoholismo se supera con esfuerzo



Un chico de 16 años, se emborrachaba todos los fines de semana. Creía que como lo había hecho varias veces y nunca le pasaba nada, tampoco le pasaría en un futuro, pero un día eso cambiaría.

Dejó a una chica en estado y decidieron tener el bebé ya que les daba pena abortar, pero ella tuvo que dejar los estudios y él empezó a trabajar con su padre. No les fue nada mal, después de 20 años los dos siguen sobrios.

Ambos han aprendido que para divertirse no hay que beber.

Alba  Román

jueves, 9 de octubre de 2014

Podría pasarte a ti

Sergio era un muchacho de 17 años, al que le gustaba mucho la fiesta y beber mucho con sus amigos. Era la feria de su pueblo, el primer día, él ya empezó desde por la mañana a beber alcohol y no se controlaba. Al llegar la tarde-noche, Sergio pidió un cubata a sus amigos y estos para hacer la gracia, le echaron mucho alcohol y una pastilla. Sergio media hora después fue llevado al hospital, al parecer se quedó en coma, no pudieron hacer nada y murió.
 
 
 
 
 
María José López Ortiz

lunes, 6 de octubre de 2014

Alcohol sin límites


Un día, un chico y sus amigos decidieron hacer un botellón e invitar a mucha gente, en especial a una chica que a él le gustaba. Para queella se fijara más en él, hicieron un concurso para ver quien bebía más chupitos. Por supuesto, ganó y consiguió llamar su atención. Peroimpresionarla más, siguió bebiendo como para demostrar que él podía con todo. 
Al principio decía: Buah, esto no es nada. Yo me bebo esto y lo que tú quieras. Después dijo: Ahí va otra. Y no será la última.
Finalmente, acabó en el suelo y con un coma etílico de por vida.

Miriam Kapela

Yo sé



Hago y deshago lo que quiero. Es mi vida. ¿Sábado? Rutina. Desfase para unos. Es lo que toca, me digo. ¿Domingo? Resaca. Pena de chaval me dicen. Es lo que toca, me digo yo. ¿Hace falta que lo explique de nuevo? Soy mayor para hacer lo que me venga en gana. Mis actos traen las consecuencias que yo quiero. Yo sé lo que me hago. Yo sé lo que quiero. Yo sé qué consecuencias tendré. Yo sé qué futuro voy a tener. Yo sé y tú, no. Yo sé... Yo estoy hablando desde mi libertad, o eso creo, y no, no estoy dejándome llevar por el alcohol, porque yo sé. Hablo desde la conciencia que el alcohol me da, y si mis padres, mis amigos, mi novia, mi  familia... no me apoyan es porque ellos no me entienden. Yo no estoy haciendo nada malo. Son cosas de la edad. Mi madre es demasiado aprensiva. Mi padre se preocupa demasiado. Mi novia dice que me va a dejar como no deje de beber. Dicen que acabaré tirado en la calle, muerto. Yo les digo que no. Soy un cabezota me dicen. Es mi vida y soy dueño de ella.

Francisco Pinilla

jueves, 2 de octubre de 2014

Arrepentirse tarde no arregla lo que ya has estropeado.



Me faltó autocontrol, no supe parar a tiempo y por eso mandé mensajes preocupantes a mis padres. Bailé con quien no debía, insulté a mis amigos, casi tengo dos accidentes de coche al volver a casa. Y ahora desprecio esta mañana con un dolor de cabeza terrible y vomitando, yendo al cuarto de baño, mientras me arrepiento de todos mis errores. Y, ahora, ¿para qué?

MªÁngeles García Checa

Ahora ya no tiene gracia.


Miradme, llevo puesto uno de mis mejores trajes recién planchado, camisa blanca, la corbata con el nudo perfectamente hecho, zapatos brillantes (de esos que puedes ver tu reflejo en ellos),... y sin poder ir a ningún sitio. Pero, cómo podía reírme tanto la noche anterior, tomando cervezas, chupitos,... con amigos. Sufrí un coma etílico, de tanto alcohol que había ingerido. Y ahora mira, sólo oigo el ruido de la muerte guardando las cuatro paredes de mi ataúd.

MªÁngeles García Checa