lunes, 31 de octubre de 2016

Y pensó que...

Y pensó que... nada podría pasar, le dio otro trago.
Y pensó que... por otro más no pasaría nada.
Y no pensó que... al cabo de unos meses, lo iba a perder todo.

Alba Sánchez

¿No pasará nada?



Bebe, no pasará nada por una vez. Decían. El alcohol es una moda, tus amigos lo hacen, ¿por  qué tú no?

Me encantaría darte millones de respuestas negativas a esa pregunta, pero ya no puedo hacerlo. Porque bebí. Bebí tanto que no sabía ni lo que hacía, ni lo que decía. Ya no controlaba ni mi mente ni mi cuerpo, el alcohol lo hacía por mí. Me gustaría habérmelo pensado dos veces antes de acabar la botella de Ron, pero no lo hice. Ahora solo rezo para que encuentren mi cuerpo estrellado contra el coche de una mujer embarazada, que como yo, murió en el impacto.

(Realizado por: Marta Castillejo)

lunes, 24 de octubre de 2016

Un problema múltiple


Yo, una niña de 16 años, estoy sentada en el suelo llorando; por culpa de mi padre, tengo las manos manchadas de sangre. Mi padre, un obsesionado del  alcohol, se pasaba todas las tardes en un bar. Mi madre, mi hermano y yo siempre le avisamos de que si bebía mucho al final moriría. Él, harto de escucharnos, siempre se cabreaba y se iba a su cuarto.

Un día le llevamos al médico y nos dijeron que tenía un cáncer de hígado demasiado desarrollado, ya no podían hacer nada. Al cabo de unos meses mi padre murió.  Mi madre no ha sido capaz de superarlo y se ha suicidado. Y ahora estoy sentada en el suelo llorando con mi hermano con las manos llenas de sangre.


Claudia Gómez Giménez

martes, 18 de octubre de 2016

Me fui de casa


Todo comenzó cuando me fui de casa para estudiar en la universidad. A mis padres, todo les iba bien, hasta que un día despidieron a mi padre del trabajo. Todo se derrumbaba, no tenían dinero para pagar mis estudios ni casi nada... mi padre se dedicaba todo los días a beber, y llegar borracho. Se pensaba que así solucionaba algo, mi madre, se cansó de esta situación y pidió el divorcio. 
Mi padre, consternado por la noticia, cogió el coche y tuvo un accidente, donde acabó grave en el hospital. Ahí tuvo tiempo para reflexionar y darse cuenta que la vida le estaba dando una segunda oportunidad, en la que finalmente debería dejar el alcohol.


Paula Román

sábado, 15 de octubre de 2016

¡CUIDADO CON EL LOBO!



           El beber alcohol lo relaciono con el personaje de Caperucita Roja: Tú puedes hacer caso al lobo y seguirle la corriente, o puedes ir por otro camino, el que te aconsejan. Si haces caso al lobo al final te hará mucho daño, como “destruirte por dentro”. Puedes pedir ayuda a un maestro, a un amigo, tus padres, etc; serían “ el cazador”. Si no pides ayuda al final caerás en su trampa y no podrás salir.

Claudia Gómez

¿Por qué no?, ¿ qué puede salir mal?



Otro noche más como cualquiera, aquí jugando con mis amigos al ordenador, divirtiéndonos a nuestra manera. Todo iba perfectamente hasta que me llamaron al teléfono. Mis otros amigos, que dejara de hacer el "Frikki" y me fuera con ellos de botellón. Yo estaba dudando, me lo estaba pasando bastante bien, pero pensé: "¿Por qué no?, ¿ qué puede salir mal?, además así me despejo un rato". Entonces les hice caso y me fui con ellos. Yo no bebo ya que hacía bastante caso a aquellas personas que me decían que el alcohol era malo, pero ese noche pensé : "¿Por qué no?, ¿ qué puede salir mal?". Entonces me bebí uno, luego otro, luego otro y luego otro más, todo el rato así mientras pensaba: "¿Por qué no?, ¿ qué puede salir mal?". Pero tuve  un problema y es que sí salió mal, tuve un coma etílico que casi me lleva hasta la muerte así que ahora escribo esto para cualquier persona que se sienta rara en la sociedad. Que no intente parecer más guay o encajar mejor por beber, haz lo que más te divierta y que te haga sentir más cómodo, así que no hagas como yo y quédate con tus amigos jugando al ordenador.


Escrito por: Antonio Gómez Giménez

miércoles, 5 de octubre de 2016

Y...


Y hacía de las advertencias un eco,
y bebió otra mas,
y pensó que no iba a suceder nada...
Hasta que sucedió.


Azahara Corraliza

lunes, 3 de octubre de 2016

Era solo un juego



Aún recuerdo como empezó todo, aquellos niños inocentes que un día comenzaron a jugar y compraron una botella de alcohol para divertirse, Aquellos muchachos que juntos empezaron a beber todos los fines de semana, y que poco a poco se acostumbraron a tomar los días en el parque. Mientras borrachos hacían carreras con los coches, sí, eran aquellos jóvenes de los cuales ahora solo quedan sus cuerpos sin vida tendidos en la carretera, esperando a que el juego termine.

Ismael Barrena