Roberto
iba a repartir mercancíaas al centro comercial y, al entrar con la
furgoneta en el parking, vio un vagabundo tirado en el suelo con
botellas de alcohol al lado, que parecía como desmayado o quizás
estuviera muerto. Pero nadie se paraba, solo miraban. Rápidamente se
bajó de la furgoneta para subirlo y llevarlo al hospital. Pesaba
mucho, pero nadie se paraba para ayudar a subirlo a la furgoneta, pero
consiguió subirlo solo. Al llegar al hospital le dijeron en
urgencias que iba muy grave, tenían que operarlo rápidamente, si no... moriría. Roberto se quedó esperando hasta que acabara la operación,
el pobre chico no tenía a nadie. Pasaron unas horas cuando salió el
medico y le dijo que se había salvado gracias a él, que por el DNI que llevaba habían encontrado a sus padres. El jefe de Roberto lo
llamó y le dijo que estaba despedido porque había abandonado su
trabajo toda la mañana y no había hecho el reparto. Entonces le
contó la historia del vagabundo, su jefe se quedó callado y le
dijo que fuera rápidamente a su oficina. Roberto llegó a la oficina
de su jefe desesperado, se había quedado sin trabajo y ahora no
tenía con qué mantener a su mujer enferma y a sus tres hijos. Su
jefe estaba muy serio, tenía una hoja en la mesa y le dio un
boligrafo para que la firmara, cuando Roberto leyó el papel, quedó
asombrado, era un contrato fijo como director de personal en la
empresa..................el vagabundo que tenía problemas con el alcohol era el hijo del jefe .
Virtudes Gilgado León