La vida no era un sueño, había que afrontarla con todos sus problemas, porque así era, no siempre a todos nos va bien en la vida, y no por eso tomamos el caminos más fácil, el camino de lo irreal y del no retorno. Porque aunque sea el puente para cruzar a ese mundo paralelo de falsa felicidad, nos dejará allíprisioneros, porque el alcohol nos hará olvidar para siempre el camino de regreso.
Virtudes Gilgado León.
2º bachillerato.