lunes, 30 de noviembre de 2015

EN UN DÍA NORMAL Y EN UNA VIDA NORMAL



Darío, una persona que con duro esfuerzo desde joven ha conseguido a sus treinta años una familia de lo más maravillosa, una hija y una mujer encantadora. Esta persona que desde joven era una persona honrada, modesta y humilde, no tubo muchos amigos, se podría decir que la sociedad que le rodeaba no le trató con el respeto que se merecía, pero siguió adelante, hasta conseguir un trabajo de oficinista y una buena familia.
Un día acudió a una fiesta típica de los antiguos alumnos, y pudo ver como gente que no era humilde, honrada, que en definitiva no eran buenas personas, habían llegado más alto que él y habían pasado mejor vida, lo que le hizo pensar y reflexionar sobre su pasado y su vida.
Pero después de estar un poco deprimido y cansado de trabajar, se fue de vacaciones en agosto con su pequeña familia a la playa, y en el viaje de ida se encontró con un tipo que venía de fiesta con otros y a toda velocidad, bebidos, cambió de carril y se estrelló contra Darío.
Se levantó en el hospital y le notificaron que su mujer y su querida hija fallecieron, y que los autores del accidente salieron ilesos y no se supo más de ellos por mucho que se investigó el caso.
Tras caer en una profunda depresión el hombre optó por el suicidio, y una de las mejores personas de este mundo, casi olvidado, se fue sin dejar mayor huella.

Con esta triste historia hago mención de una de las causas de lo malo que es el alcohol, y de como influye a los jóvenes, aunque resumido en unas líneas, hace gran daño a muchas personas o a pocas pero de gran corazón.

Adelmo Grande

¡Para ya!


No me controles, 


No me obsesiones, 


No me seduzcas,


No me persigas, 


No me mates...








MªJosé López

Y al final se fue

La vida le fue de maravilla. Su casa, su mujer, sus amigos, su coche... Él era feliz saliendo de marcha y desfasándose con sus amigos sin prestar atención a las consecuencias. Un día tuvo que asumirlas, y no sabía lo que le se venía, pero sí lo que se le fue, la vida.

Álvaro López

lunes, 23 de noviembre de 2015

NADA MEJOR QUE UN HOMBRO DONDE APOYARSE

 -Soy Antonio y gracias al esfuerzo y a mi gran amigo Javier he dejado las drogas.
 -Al principio me fue muy difícil comprender que necesitaba ayuda, por más que él lo intentara yo me excusaba con la típica frase “ tu tranquilo que yo controlo”.
 -Llegó un momento en que casi pierdo su amistad, yo quería que me dejara en paz… pero él insistía en ayudarme.
 -Cuando me vi sólo, sin familia, sin trabajo… Él seguía ahí, preocupándose.
-Llegó incluso a darme dinero para comida o para que pagara el alquiler. Dinero que en realidad yo seguía gastando en droga…
 -No se cómo pudo aguantar todo lo que le hice y le dije…
 -Y lo más importante, no sé cómo voy a poder a agradecerle todo lo que ha hecho por mí.
-Gracias a él estoy en este centro de desitoxicación y en esta reunión…
 -Soy María y estoy aquí por la lucha incansable de mi madre.
-Si no hubiera sido por ella…

Ian Domínguez

Pequeñas dosis

Nada más lejos de la realidad, aquél chico descubrió que basaba su felicidad, en pequeñas dosis mezcladas con sal, y limón, en aquellas noches en las que pretendía disfrutar sin control el solía, alocarse sin miedo mientras el coma se adueñaba de él.

Álvaro López

MI FAMILIA: EL ALCOHOL.


Alcohol, me quitaste a mi familia.
Alcohol, sólo quedamos tú y yo y esa linda botella en la que te envasan.
Ahora nosotros tres somos una familia.
Todas las noches bebo de tu fuerte y desagradable sabor, pero en cierta manera mi boca me sigue pidiendo más y más.
Todas las noches contemplo a esa hermosa botella, de la cual conozco de memoria todos sus detalles.
Algún día dejaremos de ser una familia.
Algún día alguien os querrá de la misma manera que yo os quise.

Pero mientras todo eso ocurra seguiremos siendo una familia.


Miriam Ruiz Ledesma

martes, 17 de noviembre de 2015

Era una fiesta como otra cualquiera

Era una fiesta como otra cualquiera unos chavales de 13 años que querían divertirse. A uno se le ocurrió la gran idea de comprar una botella de alcohol y entonces todos empezaron a beber pero había un niño que no quería beber y los amigos le empezaron a decir que bebiese pero después de unos cubatas se cabrearon con él y le empezaron a pegar entonces el niño se golpeó la cabeza con una piedra y murió.

-¿Y así murió su hijo?- dijo el hombre al que le había contado esa historia.
-Sí- dijo el hombre sollozando.
-Lo tengo claro a mí hijo no le dejaré nunca que beba-dijo a aquel hombre.

Raúl Ortiz


Del pintalabios al yodo.



En un principio se pintaba los labios para expresar su alegría, su confianza,  su sorpresa, su amor, para que aquel marido que la idolatraba estimase aun más el apetito de sus besos...
Cuyo trance se fugó tras despabilarse el aliento de alcohol. Desde ese instante entabló una relación entre sus labios y la mercromina, tiñendo  el miedo, la tristeza, el asco,  la furia,  el remordimiento… Convirtiéndose en una diana hasta que un día fue cuando él acertó dando en el blanco.

MªÁngeles García Checa

Bebo y pienso

Bebo y pienso que me olvido de mis problemas. Bebo y me emborracho. Bebo y pienso que me pongo feliz. Bebo y pienso que socializo mejor. Bebo y pienso que encajo mejor en un grupo... Pero lo que pasa es que es lo que pienso, en realidad lo que ocurre es que cada vez que bebo una copa, me estoy autodestruyendo.


Paula Román

Y TE ARREPIENTES



Sales.
Y bailas.
Y bebes.
Y conduces.
Y ves una luz.
Y te despiertas.
Y no puedes caminar.
Y te arrepientes  muchísimo.
Y te das cuenta de todo lo que pierdes por culpa del alcohol.

Mari Ángeles Rosales Castro

Yo no entendía nada

Solíamos ser, solíamos hacer, solíamos disfrutar… Aquél fue el momento en el que nos dimos cuenta. El alcohol no era necesario para que ese momento fuera único, lo teníamos más que claro. Era un lugar especial, un momento único, irrepetible. Sin embargo, decidimos tomar un poco porque nosotros “controlamos”. Pero cuando quise abrir los ojos todo eran luces, sonidos extraños, pitidos, enfermeros… Al cual escuché decir que mi compañera no lo había superado.
Mientras, yo no entendía nada.


Álvaro López

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mi último suspiro




Me llamo Paco, tengo 38 años. Estoy en el hospital Reina Sofía. Tengo un cáncer terminal de hígado y estoy esperando mi último suspiro. 
En cada latido que aún tengo recuerdo mi pasado… 
-Recuerdo tristemente cómo discutía con mis padres cuando hace 3 años me decían que estaba enganchado al alcohol. 
-Recuerdo hace 8 años cuando mi hijo Ivan nació. Aquel día todos nos emborrachamos celebrando su nacimiento. Todavía se me saltan las lágrimas al pensarlo y saber que no podré ver cómo crece. 
-Recuerdo hace 13 años cuando conocí a mi esposa, que ahora sufre a mi lado. La vi en aquel pub, era la más guapa. Le dije al camarero: “Póngame un whisky solo” Me lo bebí de un trago y me lancé a por ella…
 -Recuerdo con amarga alegría cuando hace 15 años me fui con mis amigos a Tomorrowland. Nos lo pasamos genial… En aquella fiesta no cogíamos resaca porque no nos daba tiempo…
-Recuerdo con una leve sonrisa cuando hace 20 años mi tío Pablo, que tenía 26, me invitó a un cubata y con él pillé mi primera borrachera oficial.
 -Y recuerdo cuando hace 22 años le quitaba el alcohol a mi padre para pasármelo bien con mis amigos en la feria. 
Recuerdo…recuerdo. Eso es lo único que me queda…Ya no me queda ilusión, esperanza o fuerza… Sólo recuerdos, culpa y último suspiro… 


Ian Domínguez del Rey

domingo, 8 de noviembre de 2015

SUS PADRES NO DABAN CRÉDITO.



Salimos una noche de verano, con una botella bajo el brazo como todos los sábados. Ana nunca bebía pero esa noche se la pasó bebiendo. La semana siguiente pasó lo mismo. Y la siguiente también. Llegó el día en que tuvimos que llevarla al hospital. ¡Un coma etílico! Llamamos a sus padres y no daban crédito a lo que les estábamos contando. Afortunadamente todo salió bien y no le pasó nada más.

Mari Ángeles Rosales

Empezó como un juego



Todos reunidos en la sala de espera, esperando una solución.

Leire, chica de 18 años, bebedora desde los 15, todos los fines de semana reunidos en la misma sala.

Fue el último fin de semana, antes de cumplir los 19 en el que ella murió, desde entonces su familia no ha vuelto a levantar cabeza…


Teresa Hernández Luna

lunes, 2 de noviembre de 2015

Reflexión



Siempre se ha dicho que la debilidad está presente en el ser humano. Esto es íntegramente cierto. El hombre prefiere el elemento líquido. Cada vez que alguien bebe, ingiere una pequeña dosis de irreflexión.  Sobre el alcohol se dice que en diminuta cantidad  no es desfavorable para el organismo. En cambio, esto es definitivamente ficticio; porque a lo se llega es al exceso. Tal y como he experimentado aferrándome  a esta anestesia, inhibiendo mis problemas, sumergiéndome al aroma seco de una vida reducida, y rematando en la senda del oscuro abismo.


MªÁngeles García Checa

Hola, soy Jaime.

“Hola, soy Jaime.

El   alcohol   destroza   tu   vida,   la   desordena,   la   destruye. Acaba contigo tanto por dentro como por fuera, te sientes solo, no sabes cómo seguir adelante, hacia donde ir, qué camino escoger.

Estoy   aquí,   en  Alcohólicos   Anónimos   para   devolver   el sentido y la felicidad a mi vida.”


Alba Román