miércoles, 25 de febrero de 2015

El error eterno



Un día Juan por error tomo una gran cantidad de una bebida alcohólica. Él no supo hasta más tarde que lo que había bebido era eso y no una bebida normal. Aun sabiendo  que los pensamientos de él eran de no beber, le gustó y poco a poco empezó a tomar pequeñas cantidades de esa bebida.
Sus amigos sabiendo sus primeros pensamientos intentaron de ayudarle e intentar volver a recordarle que era mejor no beber; pero el alcohol le había cegado y nublado la mente, había hecho que se convirtiera en lo que el no quería ser.  Pero fue tan grande el poder del alcohol sobre él que un día le afectó tanto que hizo que por una estupidez se lanzara al vacío desde un edificio.

Sus amigos no comprendían como una persona que se negaba a lo que estaba haciendo pudiera hacer tal cosa como la de suicidarse.

Manuel Cabezas

domingo, 22 de febrero de 2015

Mi viaje:


 
De las bodegas salí y fui embotellado. De la botella a la copa y de ahí al cuerpo de Sergio. Él me toma como algo necesario pero no sabe que soy veneno. Él me necesita y  me espera con ansiedad. Cuando me toma se siente mejor, yo en su boca me dirijo a destruir todo su cuerpo, voy bajando hasta instalarme en su hígado; al que voy machacando, pero... ¡sorpresa! ya está muy destruido; otros antes que yo han hecho mi mismo trabajo. Sergio no se da cuenta, pero puedo hasta quitarle la vida.

MªJosé López

viernes, 20 de febrero de 2015

Enrique

Enrique 16 años, por primera vez va a un botellón, por el simple hecho de hacerse el 'chulito' compra alcohol con parte de sus amigos, los que también determinan seguir esa decisión. Van pasando los años y Enrique bebe cada sábado para divertirse, llega un punto que depende cada día del alcohol, por lo que acaba bebiendo día tras día y cae en el alcoholismo con tan solo 20 años, por ello empieza a tener problemas en el hígado y páncreas, y con 30 años muere a causa de su alcoholismo de tantos años.

Laura Ruiz


jueves, 19 de febrero de 2015

Me escapé de casa

Me escapé de casa y me fui de fiesta; había música alta, mucho alcohol y muchas drogas. Yo bebía y bebía sin parar, me tuvieron que sacar cogida porque yo me desplomaba en el suelo. Vino la guardia civil y dijeron que iban a llamar a una ambulancia.
Yo no quería que se enteraran mis padres y me dio un coma; solo recuerdo que estuve a punto de morir pero gracias a los médicos y a mis padres me salvé... desde entonces no volví a beber.

Rocío Márquez

lunes, 9 de febrero de 2015

Pero ya era tarde.



Besé el asfalto y volé. Más tarde me encontraba con mi mejor traje recién planchado, con mi camisa inmaculada y mi corbata roja perfectamente anudada. Todavía podía sentir débilmente el sabor de whiskey en mi boca. Me estremecí al oír unos llantos lejanos y, de pronto,  un sentimiento de arrepentimiento que permaneció hasta la eternidad, me envolvió en décimas de segundo. Y continué con mi dulce sueño.

Lucía Guerra

MI ENEMIGO ALCOHOL.


Manuel era un chico listo, alegre y muy simpático, pero todas esas facetas positivas de su persona cambiaron tras la muerte de su padre, cuando él tan sólo tenía 15 años. Para llenar aquel vacío que dejó su padre empezó a beber alcohol, fumar cosas que no debía y a traficar con drogas para conseguir dinero para comprar alcohol.
Al cabo de 2 años, Manuel conoció a una chica llamada Lucía, de la cual él se enamoró; pero había un inconveniente: ella no quería vivir la vida que él llevaba. Manuel decidió cambiar para conquistar a Lucía y así lo hizo. Eran bastante felices, Lucía pudo llenar el vacío que Manuel llenaba con alcohol.

Pasaron los años pero aquella relación tan bonita terminó, ya que ambos no conseguían comprenderse. Manuel, al pasarlo tan mal, volvió a recaer en el alcohol y en las drogas; en tan sólo unos meses, Manuel cambió por completo tanto físicamente como psíquicamente. A raíz de este cambió hizo que ingresara en un centro de desintoxicación. A los pocos días de ingresar Manuel falleció y, en el entierro, uno de los pocos amigos que le quedaba le dedicó está frase “Manuel creías que el alcohol era tu amigo, pero acabó contigo”.

Miriam Ruiz

EL ALCOHOL NO SE DESTRUYE, SE TRANSFORMA



-Pero si hace meses que no bebo!!!
-Eso ya no importa, el daño está hecho
-El daño?
-Su hígado ha sufrido las consecuencias de años de consumo de alcohol
-Yo no sabía….
-Ese es el problema. Nadie sabe, o no quiere saber…
Pero hay que saber que el alcohol no se destruye con la orina, se transforma en enfermedades silenciosas y a menudo mortales.


Ian Domínguez del Rey

La lluvia cae con fuerza

La lluvia cae con fuerza, el viento suena y mueve los árboles. Yo con mi botella en el sofá, bebiendo para olvidar durante unas horas, aunque sé que no será para siempre, que no las puedo ahogar. Sé que mis problemas debo afrontarlos y superarlos por mí mismo, que la vida tiene obstáculos para que tú mismo veas de lo que eres capaz y te sientas fuerte para seguir adelante, pero aun así... aquí estoy. Espero que algún día diga "ya basta" y me levante para seguir con mi vida, pero mientras tanto la botella se va acabando al igual que se acaban y pasan los días de mi vida.

Alba Román

Un final, no feliz



Era un niña que solo tenía 16 años, estaba tan picada al móvil que hablaba con gente que ni ella conocía. Una vez una amiga suya, era de otra provincia, hizo un grupo de WhatssApp, que metió a chicos y chicas. Esta niña llamada Aitana, empezó a hablar por el grupo y un nene llamado Jorge, le abrió por privado y estuviron hablando.

Se empezaron a gustar, entonces la chica le dijo a la madre que había conocido a un chico por esta red social y que era más mayor que ella. La madre le dio el consejo de que tuviera cuidado que ahora había muchos pederastas…. Aitana se enfadó por pensr eso del chico, fue rápidamente a comentárselo a él, y decidieron de que Jorge iba a buscarla, y así fue.

La madre le dijo que eso no podía hacerlo que era muy pequeña para esas cosas, la niña sin hacerle caso se fue con el chico sin despedirse de sus padres y de su hermano.

Vivían felices los dos, pero un día se arrepintió y quiso volver a casa y el chico la llevó de vuelta, al llegar ve al padre solo en la casa. Y le preguntó que dónde estaba su madre y su padre, este le respondió que desde que se fue las cosas habían cambiado: la madre ahogó sus penas en la droga y en el alcohol y murió,y que su hermano había fallecido en un accidente de tráfico cuando iba en busca de su hermana. La chica se puso a llorar, le dolió mucho lo que había echo. Ella fue a la cocina y se suicidó.

Cristina Salguero

SOÑAR NO SIEMPRE FUNCIONA


De nada sirve tener vista de futuro,  de nada sirve ver más allá, de nada sirve tener dinero, de nada sirve tener talento, de nada sirve ser poderoso si todo aquello que haces, lo haces desde la pena que vas creando cada día, cada vez que necesitas beber una copa... que no se te olvide que en el fondo de los vasos la soledad sabe peor.

Juan José Hidalgo Prieto

miércoles, 4 de febrero de 2015

La curva más bonita de una mujer

Dicen que la curva más bonita que tiene una mujer es su sonrisa, y a mí eso contigo no me faltaba.
Siempre esperaba a que despertases para poder darte los buenos días con la mejor de mis sonrisas en la cara y un bonito beso en la frente. ¡Qué bonito despertar junto al amor de mi vida! Si me paro a pensar aún recuerdo tu aroma, cómo las yemas de tus dedos recorrían mi espalda y la sensación de tener tu aliento en mi nuca cuando suavemente rodeabas mi cintura y me decías te quiero.
¿Recuerdas?
Qué bonito y qué poco duró. No tardaste en encontrar a la que según tú nunca fallaba. Tu amiga botella. Pobre de ti. Pobre de mí. 

Patricia Mohedano

martes, 3 de febrero de 2015

Sin vida.



¡Mamá! gritaba sin parar, miré detrás del cristal, pero ya no le veía. 
Necesito que me ayudes, decía, pero nunca lo veía. 
Encendí mi luz, y ahí estaba llorando por mí. 
¿Qué te pasa? Preguntaba cuando me oía llorar.
 No es nada, le mentía siempre para no tenerle que explicar. 
¿Por qué te alejas? No me alejo, solo te llevo a un lugar mejor. 
¿Por qué ahora me quieres apagar la luz? No es la luz, es el final.

Marina Trancoso

lunes, 2 de febrero de 2015

Su corta vida

Miguel era un muchacho de 13 años, sus padres lo abandonaron con tan solo 10 años. Él vivía de lo que se encontraba en la basura y lo que le daban algunas personas, comenzó a juntarse con gente que consumía drogas y alcohol . Miguel se enganchó a la droga y al alcohol y cada vez comía menos. Un día una pareja se lo encontró en mal estado en un parque, estaba solo y lo llevaron al hospital. Miguel murió por un coma etílico y por exceso de drogas.

María José López