Un día Juan por error tomo una gran cantidad de una bebida alcohólica. Él no supo hasta más tarde que lo que había bebido era eso y no una bebida
normal. Aun sabiendo que los pensamientos de él eran de no beber, le
gustó y poco a poco empezó a tomar pequeñas cantidades de esa bebida.
Sus amigos sabiendo sus primeros pensamientos intentaron de
ayudarle e intentar volver a recordarle que era mejor no beber; pero el alcohol le había cegado y nublado la mente, había hecho que se
convirtiera en lo que el no quería ser. Pero fue tan grande el poder del alcohol sobre él que un día le afectó
tanto que hizo que por una estupidez se lanzara al vacío desde un edificio.
Sus amigos no comprendían como una persona que se negaba a lo
que estaba haciendo pudiera hacer tal cosa como la de suicidarse.
Manuel Cabezas