lunes, 27 de abril de 2015

TODOS PODEMOS.


Alicia era una chica muy joven y guapa, a la que le gustaba divertirse, pero tenía muy baja autoestima de sí misma y, para sentirse importante y especial, se refugió en la bebida, porque la bebida la convertía en una chica diferente. Una noche cálida de verano, llena de tristeza por una pelea con su novio, bebió demasiado. Quiso regresar a casa en coche, pero por mucho que le dijeron sus amigas no hizo caso y se puso al volante del coche. A pocos kilómetros se saltó un Stop y chocó contra otro coche... la consecuencias fueron múltiples lesiones; tardó en recuperarse, pero lo que más le llenó de ganas de seguir hacía delante fue el apoyo de sus amigas, nunca se imaginó que la quisieran tanto.

Cuando salió del hospital Alicia entró en un centro de desintoxicación y logró curarse. Esta experiencia cambió su vida; años más tarde dio charlas sobre el alcohol y ayudó a mucha gente a que tuvieran fe y dejaran el alcohol y las drogas y les dijo que podían divertirse sin necesidad de tomar estas sustancias.

Miriam Ruiz

Por ser el 'mejor'

Juan, 27 años está ingresado en la unidad de cuidados intensivos, hace 3 años sufre una enfermedad de hígado debido a su adicción con el alcohol. Cuando sólo tenía 12 años el empezó a beber por ser el 'mejor' de sus amigos, esa 'gracia' por llamarlo de alguna manera acabó con una adicción la que lo dejó sin dinero sin casa y que perdiera a toda su familia. Durante años ha vivido debajo de un puente y todo aquel dinero que recaudaba era para alcohol o drogas. Hoy día está en sus últimos momentos de vida, solo por su adicción.

Laura Ruiz

miércoles, 22 de abril de 2015

Los peces muertos siguen la corritente


Un día un grupo de amigos decidieron ir aun lugar donde todo el mundo bebía, ya que era una época de fiestas; como era normal ellos no iban a ir sin nada de bebida ya que serían los únicos que estaría allí sin bebidas.

Días antes decidieron de comprar algo para no ir a ese lugar sin nada y no parecer, bajo su punto de vista, unos “unos mierdas”.

Todos iban a aportar dinero para comprarla y poder beber. Uno o dos no estaban muy seguros y pasaron esa vez; otro no estaba muy seguro pero lo convencieron y también se apuntó.

La noche no fue mal, algunos acabaron muy borrachos haciendo cosas que serenos no harían y otros sí, pero ese recuerdo pronto se le borraría por culpa del alcohol.

Los chavales de ese grupo decidieron volver a ir al mismo sitio y repetir lo del día anterior... eso lo hicieron varias veces, pero la última se les fue de las manos: un amigo del grupo por hacerse el guay o el chulo se bebió varios cubatas de un trago, lo que hizo que le diera un coma etílico. Lo peor es que ese muchacho era uno de los que a lo primero pasaba de beber, pero empezó poco a poco a beber con los demás; esa fue la ultima vez que bebió, ya que aprendió la lección de no dejarse llevar por la corriente como un pez muerto.

Manuel Cabezas

Gritos, amenazas, golpes,...

Gritos, amenazas, golpes,...Cosas que día a día yo recibía, no comía, no dormía, yo no podía seguir así, entonces lo pensé, dejé mi orgullo y me marché. 

Rocío Márquez

Mi padres

Mis padres eran alcohólicos, iban de un bar a otro y se prostituían. Yo era mayor y mi hermano tan solo tenía 5 años, y eso a el le estaba afectando, mi madre golpeaba a mi hermano, yo no podía ver a mi hermano tan pequeño sufriendo. Mis padres estaban siempre bebidos, mi hermano, por ellos, entró en depresión. Hasta que ya me cansé de esa situación y decidí marcharnos. Hoy por fin somos felices, tenemos otra vida mejor y entre mi novia y yo cuidamos a mi hermano. Desde el día en que abandonamos aquel lugar somos felices.

Rocío Márquez

lunes, 20 de abril de 2015

Un día cualquiera en un pueblo cualquiera.


Era una tranquila tarde en un pequeño pueblo del Valle del Guadiato llamado Fuente Obejuna. Un amigo mío estaba paseando por una de sus calles cuando, de repente, encontró a un chaval de no mas de 16 años inconsciente en el suelo. Rápidamente se acercó a él y llamó a una ambulancia. En los análisis que se le realizaron al joven se descubrió que había sufrido un coma etílico y que si mi amigo hubiese llegado un momento más tarde probablemente el chaval hubiera muerto.


Daniel Vicent

Títere


Cada minuto siento tu presencia, intento tranquilizarme y pensar ... 
Pensar , a quién pretendo engañar,  hace mucho que no se me pasa por la cabeza esa opción. Me marcas el ritmo, al instante me manejas como títere sin cabeza. Sin darme cuanta me encuentro colgada en un vacío cuyas cuerdas me impiden ver mas allá de aquel transparente y frío vaso de cristal.

Laura Barrera

Con su única ayuda

Inexplicable. 
  No tenia palabras. 
    Si estaba nervioso, me tranquilizaba.
       Si estaba ansioso, me relajaba.
          ¿Mis problemas?, se olvidaban.
       Pero me hacia sentir mal, la peor sensación que he sentido en mi vida. 
    Pero aun así volvía, y esto me hace cada vez más daño, pero no puedo parar. 
  Esta es la historia de cómo, poco a poco, mi voluntad va destruyendo a mi persona, con la única ayuda del alcohol.

Esteban Gómez

Hugo

Hugo era un adolescente que tuvo que cambiar de ciudad y de instituto porque su padre lo tranladaron.
El nuevo instituto no le gustaba, no conocía a nadie, poco a poco fue conociendo a un grupo de chicos. Estos lo invitaron a salir con ellos, varias veces les dijo que no.
Llego la fiesta de la primavera y Hugo aceptó la invitación. Durante la fiesta comprobó que sus nuevos amigos bebían demasiado alcohol. Él rechazaba cuando le ofrecían, pero pensó que no pasaría nada por un poco y de esta forma se ambientaría.
Las horas pasaban y Hugo y sus amigos bebían cada vez más,; al llegar la noche Hugo cayó al suelo, estaba inconsciente. En el hospital le dijeron a sus padres que había sido un coma etílico.
Hugo abandonó a sus amigos y su forma de divertirse. 
Él comprendió que el alcohol no era diversión ni un juego, puede llegar a matarte.

MªJosé López

domingo, 19 de abril de 2015

Marcos

Marcos es un chico cariñoso, amigable, divertido, pero un día se convirtió en un chico solitario y deprimido que lo único que hacía era beber, ni siquiera se presentaba al trabajo. Sus padres preocupados por él, intentaron convencerle para que buscara ayuda y que dejara aquella droga que lo estaba matando por dentro poco a poco y acababa con su vida social. Marcos no quería que le
dieran ayuda, decía que él podía hacerlo solo, pero no quería. Su madre le suplicó que lo dejara por
ella, que sabía que su hijo podía salir adelante y con estas palabras Marcos recapacitó y dejó aquella adicción con el paso del tiempo.

Alba Román

miércoles, 15 de abril de 2015

Sal y ahogas tus penas en el alcohol'

Mi relación acabó, yo entré en depresión, pero mis "amigos" me dijeron 'sal y ahogas tus penas en el alcohol' . Y eso hice, fui de bar en bar bebiendo sin parar, hasta que ya no podía ni sostenerme.
Al día siguiente recapacité y pensé que la solución no es el alcohol, sino que quedarse con los buenos momentos, relacionarme con más gente y que ya vendrían otros amores. 

Rocío Márquez

lunes, 13 de abril de 2015

Sólo cuando la muerte se presenta nos arrepentimos



María.-Pero si no bebe demasiado, sólo los  fines de semana.

Doctor.- Yo le creo, pero su esperanza de vida es de 2 años. El alcohol va haciendo daño lentamente… sin darnos cuenta

María.- Yo intenté avisarle, se lo juro…

Doctor.- Lo sé… Pero a veces es difícil oír a verdad. Ya da igual, el daño ya está hecho.

Pepe.- Pero estoy muy arrepentido, ya nunca más beberé.

Doctor.- Lo siento de verdad, Pepe, pero hay que ser cociente de lo que se hace y las
consecuencias que trae.

Ian Domínguez

Inexplicable

Inexplicable. No tenia palabras. Si estaba nervioso, me tranquilizaba; si estaba ansioso, me relajaba. ¿Mis problemas?, se olvidaban, pero me hacia sentir mal, la peor sensación que he sentido en mi vida. Pero, aun así, volvía, y esto me hace cada vez más daño... pero no puedo parar. Esta es la historia, de cómo, poco a poco, mi voluntad va destruyendo a mi persona, con la única ayuda del alcohol.


Esteban Gómez

Una (mala) decisión.


           

            Es tiempo de empezar, de no comprender, de lanzarse, de gritar, de correr, de sentirse tan pletórico como nunca antes lo habías estado. Es tiempo de no prestar atención a nadie, de ir a tu propio rollo, de ser narcisista, de fumar, de beber, de cambiar tu personalidad, de dejar de comer, de obsesionarte con alguien, de intentar vivir tu vida. 
¡Corre, que el tiempo vuela!
El tiempo corre y, de esta manera, si coges ese tren te enviará a la galaxia de los niñatos, de los egoístas, de los malcriados, de los enfermos, de los maltratadores, de los alcohólicos, de los asesinos, de los infelices. 
¡Corre, que el tren te está esperando y va a la velocidad de la luz!  

Francisco Pinilla

miércoles, 8 de abril de 2015

Luis

Luis estaba casado con Nuria, tenían dos hijos. Eran una familia feliz. Luis se quedó sin trabajo y comenzó a cambiar. También comenzó a beber pero la bebida no solucionaba sus problemas si no que además le daba más problemas.
Cuando volvía a casa todo eran gritos y peleas. La familia ya no eran tan feliz.
Luis cada vez bebía más pues pensaba que la bebida iba a solucionar sus problemas. Poco a poco se iba separando cada vez más de su familia. Un día Nuria se dio cuenta de que su familia estaba rota y abandonó a Luis. Este se quedó solo.
Años más tarde reconoció que la bebida había cambiado su vida.

MªJosé López