Estoy oyendo los cristales de mi corazón, crujiendo poco a poco. Poco a poco es como tú te fuiste, una despedida terminada en cristales rotos, gritos de silencios y un corazón vacío y hecho añicos. Después del tormento, viene la borrachera, echaba de menos ese trago amargo que alivia corazones y que cura amores.
Rocío Manchón