martes, 23 de diciembre de 2014

Monstruos

Elena está tan preocupada por los monstruos que imaginaba por la calle, que no se dio cuenta que el hombre con el que dormía se convirtió en uno. Se llamaba Pedro,  tenía 23 años, era joven y muy atractivo, pero le fallaba algo: su gran adicción a las drogas. Llegaba a casa furioso y lo pagaba con Elena, ella tenía miedo y eso hacia que su autoestima bajara y, a su vez, que sus ganas de autodestruirse aumentaran. Y así fue como cayo en el juego del alcohol. Trago tras trago, curaba falsamente las heridas que ese hombre le estaba provocando cada día.

Paula Román

jueves, 11 de diciembre de 2014

El demonio

-Sí, se lo juro!!!

-Lo he visto!!! El demonio estaba ahí, en la botella…El mismo que vi ayer en la película de miedo. O fue hoy…..

-No, no se confunda. Usted no vio al demonio. Vio su reflejo en el alcohol de la botella. O quizá si. Puede que sea cierto. Quizá su demonio está dentro de esa botella…

Ian Domínguez

lunes, 8 de diciembre de 2014

Un día por el pantano



Era una mañana tranquila, como todas. Yo me levanté, desayuné y salí a correr por el pantano como la mayoría de los fines de semana, pero ese día en el pantano ocurrió algo extraño. Estaba corriendo por una zona en la que había un bar y de repente me quedé de piedra cuando vi que en la puerta de ese bar había unas 30 personas bastante preocupadas. Pregunté que había pasado y una señora me respondió que un joven se emborrachó la noche anterior y se ahogó en el pantano.

Daniel Vicent

Vida errante

Pablo tenía dieciséis años y su vida era bastante errante, mínimo se mudaba dos veces al año por el trabajo de su padre, desde chico le ha dolido bastante tener que despedirse de sus amigos, por lo que decidió no tenerlos. Se tiraba el día entero en su casa, y lo del instituto eran simples compañeros de clase. El día en el que su padre le dijo que ya no tendrían que moverse más ya que lo hicieron fijo en la empresa, ese año, Pablo decidió que no estaría mal, volver a tener amigos, y se enteró que había una fiesta de los chicos de su clase. Le invitaron, y él, sin pensárselo dos veces, aceptó instantáneamente, esa noche, salió ilusionado a comerse el mundo hacia la fiesta, los amigos lo incitaron a beber alcohol, y él, pensó que sería una opción más para relacionarse, y empezó a beber, ya iban dos y nada más que el sonido del ron al rebotar contra el cristal al volver a llenar el vaso le acompañaba, pensó que simplemente, aún era pronto, y se propuso seguir bebiendo hasta que alguien se acercara a él, cuando llevaba doce, sus piernas comenzaron a temblar y cayó al suelo inconsciente, cuando se dieron cuenta del chico que yacía en el suelo, llamaron a una ambulancia. Mientras que lo llevaban a una habitación en las camillas, pudo ver que a sus lados había personas: su padre, su madre y un doctor. 
Sería la última vez que vería esas caras.

David Galván

Ellas


Ella, ella es bella, hermosa como las flores en primavera, ella sabe escuchar, ella sabe leerme sin usar la vista, aunque me haya dejado sin familia, sabe apreciarme cómo nadie lo hace, aunque ya no tenga amigos, sabe aconsejarme, aunque ya no pueda pensar en otra cosa, sabe cómo tratar con un incomprendido como yo, aunque cuando no la tengo me pongo violento con tal de volver a probarla, ella es perfecta, yo aún no le he encontrado un fallo, y aunque apenas coma, por usar mi dinero en ella, vale la pena, cuando quiero llorar, ella me ofrece reposo, aunque ya no me quede nada más que el bonito sonido de la chapa deshaciéndose de ella, ella me ayuda, ella, la botella.

David Galván