En una madrugada de un sábado me quede enfrente de un cartel junto con la botella de ron, pensando en la frase que ponía: “Evita cometer los mismos errores, y empieza a pasar tu tiempo con quien merece la pena”. En ese instante, me di cuenta que no pasaba tiempo con mi hijo al igual que mi padre conmigo, me acordé como cada vez que me iba al colegio veía a mi padre en aquel sofá borracho, le quitaba los zapatos y le arropaba con aquella manta.
No debía de cometer sus mismos fallos con mi hijo. Desde ese momento supe que debía pasar la mayoría del tiempo con él, debía de enseñarle a dar su primera patada al balón, regalarle su primera bicicleta, ayudarle con sus deberes, contarle aquellos cuentos por la noche, arroparle y darle su beso de buenas noches. Con aquello que soñaba yo siempre cada noche.
(Marta Castillejo)