miércoles, 9 de diciembre de 2015

Uno más de la pandilla

Yo era miembro de una de las pandillas de pueblo, y yo era de los únicos que no bebían alcohol de la pandilla, todos estos me tenían como la oveja negra, pero a mí me daba igual, ya que era consciente de lo que me podía pasar a la larga. Y me decían cosas como: no te van a querer las chicas, eres menos fuerte, que no te va a pasar nada, que todo lo que dicen sobre el alcohol es mentira, etc y etc.. pero yo no les hacía caso. Y hoy en día la mayoría de estas personas tienen problemas con el hígado y problemas con el alcohol y yo .......... estoy muy feliz y casado y con hijos.


Francisco Javier Jaraba

lunes, 30 de noviembre de 2015

EN UN DÍA NORMAL Y EN UNA VIDA NORMAL



Darío, una persona que con duro esfuerzo desde joven ha conseguido a sus treinta años una familia de lo más maravillosa, una hija y una mujer encantadora. Esta persona que desde joven era una persona honrada, modesta y humilde, no tubo muchos amigos, se podría decir que la sociedad que le rodeaba no le trató con el respeto que se merecía, pero siguió adelante, hasta conseguir un trabajo de oficinista y una buena familia.
Un día acudió a una fiesta típica de los antiguos alumnos, y pudo ver como gente que no era humilde, honrada, que en definitiva no eran buenas personas, habían llegado más alto que él y habían pasado mejor vida, lo que le hizo pensar y reflexionar sobre su pasado y su vida.
Pero después de estar un poco deprimido y cansado de trabajar, se fue de vacaciones en agosto con su pequeña familia a la playa, y en el viaje de ida se encontró con un tipo que venía de fiesta con otros y a toda velocidad, bebidos, cambió de carril y se estrelló contra Darío.
Se levantó en el hospital y le notificaron que su mujer y su querida hija fallecieron, y que los autores del accidente salieron ilesos y no se supo más de ellos por mucho que se investigó el caso.
Tras caer en una profunda depresión el hombre optó por el suicidio, y una de las mejores personas de este mundo, casi olvidado, se fue sin dejar mayor huella.

Con esta triste historia hago mención de una de las causas de lo malo que es el alcohol, y de como influye a los jóvenes, aunque resumido en unas líneas, hace gran daño a muchas personas o a pocas pero de gran corazón.

Adelmo Grande

¡Para ya!


No me controles, 


No me obsesiones, 


No me seduzcas,


No me persigas, 


No me mates...








MªJosé López

Y al final se fue

La vida le fue de maravilla. Su casa, su mujer, sus amigos, su coche... Él era feliz saliendo de marcha y desfasándose con sus amigos sin prestar atención a las consecuencias. Un día tuvo que asumirlas, y no sabía lo que le se venía, pero sí lo que se le fue, la vida.

Álvaro López

lunes, 23 de noviembre de 2015

NADA MEJOR QUE UN HOMBRO DONDE APOYARSE

 -Soy Antonio y gracias al esfuerzo y a mi gran amigo Javier he dejado las drogas.
 -Al principio me fue muy difícil comprender que necesitaba ayuda, por más que él lo intentara yo me excusaba con la típica frase “ tu tranquilo que yo controlo”.
 -Llegó un momento en que casi pierdo su amistad, yo quería que me dejara en paz… pero él insistía en ayudarme.
 -Cuando me vi sólo, sin familia, sin trabajo… Él seguía ahí, preocupándose.
-Llegó incluso a darme dinero para comida o para que pagara el alquiler. Dinero que en realidad yo seguía gastando en droga…
 -No se cómo pudo aguantar todo lo que le hice y le dije…
 -Y lo más importante, no sé cómo voy a poder a agradecerle todo lo que ha hecho por mí.
-Gracias a él estoy en este centro de desitoxicación y en esta reunión…
 -Soy María y estoy aquí por la lucha incansable de mi madre.
-Si no hubiera sido por ella…

Ian Domínguez

Pequeñas dosis

Nada más lejos de la realidad, aquél chico descubrió que basaba su felicidad, en pequeñas dosis mezcladas con sal, y limón, en aquellas noches en las que pretendía disfrutar sin control el solía, alocarse sin miedo mientras el coma se adueñaba de él.

Álvaro López

MI FAMILIA: EL ALCOHOL.


Alcohol, me quitaste a mi familia.
Alcohol, sólo quedamos tú y yo y esa linda botella en la que te envasan.
Ahora nosotros tres somos una familia.
Todas las noches bebo de tu fuerte y desagradable sabor, pero en cierta manera mi boca me sigue pidiendo más y más.
Todas las noches contemplo a esa hermosa botella, de la cual conozco de memoria todos sus detalles.
Algún día dejaremos de ser una familia.
Algún día alguien os querrá de la misma manera que yo os quise.

Pero mientras todo eso ocurra seguiremos siendo una familia.


Miriam Ruiz Ledesma

martes, 17 de noviembre de 2015

Era una fiesta como otra cualquiera

Era una fiesta como otra cualquiera unos chavales de 13 años que querían divertirse. A uno se le ocurrió la gran idea de comprar una botella de alcohol y entonces todos empezaron a beber pero había un niño que no quería beber y los amigos le empezaron a decir que bebiese pero después de unos cubatas se cabrearon con él y le empezaron a pegar entonces el niño se golpeó la cabeza con una piedra y murió.

-¿Y así murió su hijo?- dijo el hombre al que le había contado esa historia.
-Sí- dijo el hombre sollozando.
-Lo tengo claro a mí hijo no le dejaré nunca que beba-dijo a aquel hombre.

Raúl Ortiz


Del pintalabios al yodo.



En un principio se pintaba los labios para expresar su alegría, su confianza,  su sorpresa, su amor, para que aquel marido que la idolatraba estimase aun más el apetito de sus besos...
Cuyo trance se fugó tras despabilarse el aliento de alcohol. Desde ese instante entabló una relación entre sus labios y la mercromina, tiñendo  el miedo, la tristeza, el asco,  la furia,  el remordimiento… Convirtiéndose en una diana hasta que un día fue cuando él acertó dando en el blanco.

MªÁngeles García Checa

Bebo y pienso

Bebo y pienso que me olvido de mis problemas. Bebo y me emborracho. Bebo y pienso que me pongo feliz. Bebo y pienso que socializo mejor. Bebo y pienso que encajo mejor en un grupo... Pero lo que pasa es que es lo que pienso, en realidad lo que ocurre es que cada vez que bebo una copa, me estoy autodestruyendo.


Paula Román

Y TE ARREPIENTES



Sales.
Y bailas.
Y bebes.
Y conduces.
Y ves una luz.
Y te despiertas.
Y no puedes caminar.
Y te arrepientes  muchísimo.
Y te das cuenta de todo lo que pierdes por culpa del alcohol.

Mari Ángeles Rosales Castro

Yo no entendía nada

Solíamos ser, solíamos hacer, solíamos disfrutar… Aquél fue el momento en el que nos dimos cuenta. El alcohol no era necesario para que ese momento fuera único, lo teníamos más que claro. Era un lugar especial, un momento único, irrepetible. Sin embargo, decidimos tomar un poco porque nosotros “controlamos”. Pero cuando quise abrir los ojos todo eran luces, sonidos extraños, pitidos, enfermeros… Al cual escuché decir que mi compañera no lo había superado.
Mientras, yo no entendía nada.


Álvaro López

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mi último suspiro




Me llamo Paco, tengo 38 años. Estoy en el hospital Reina Sofía. Tengo un cáncer terminal de hígado y estoy esperando mi último suspiro. 
En cada latido que aún tengo recuerdo mi pasado… 
-Recuerdo tristemente cómo discutía con mis padres cuando hace 3 años me decían que estaba enganchado al alcohol. 
-Recuerdo hace 8 años cuando mi hijo Ivan nació. Aquel día todos nos emborrachamos celebrando su nacimiento. Todavía se me saltan las lágrimas al pensarlo y saber que no podré ver cómo crece. 
-Recuerdo hace 13 años cuando conocí a mi esposa, que ahora sufre a mi lado. La vi en aquel pub, era la más guapa. Le dije al camarero: “Póngame un whisky solo” Me lo bebí de un trago y me lancé a por ella…
 -Recuerdo con amarga alegría cuando hace 15 años me fui con mis amigos a Tomorrowland. Nos lo pasamos genial… En aquella fiesta no cogíamos resaca porque no nos daba tiempo…
-Recuerdo con una leve sonrisa cuando hace 20 años mi tío Pablo, que tenía 26, me invitó a un cubata y con él pillé mi primera borrachera oficial.
 -Y recuerdo cuando hace 22 años le quitaba el alcohol a mi padre para pasármelo bien con mis amigos en la feria. 
Recuerdo…recuerdo. Eso es lo único que me queda…Ya no me queda ilusión, esperanza o fuerza… Sólo recuerdos, culpa y último suspiro… 


Ian Domínguez del Rey

domingo, 8 de noviembre de 2015

SUS PADRES NO DABAN CRÉDITO.



Salimos una noche de verano, con una botella bajo el brazo como todos los sábados. Ana nunca bebía pero esa noche se la pasó bebiendo. La semana siguiente pasó lo mismo. Y la siguiente también. Llegó el día en que tuvimos que llevarla al hospital. ¡Un coma etílico! Llamamos a sus padres y no daban crédito a lo que les estábamos contando. Afortunadamente todo salió bien y no le pasó nada más.

Mari Ángeles Rosales

Empezó como un juego



Todos reunidos en la sala de espera, esperando una solución.

Leire, chica de 18 años, bebedora desde los 15, todos los fines de semana reunidos en la misma sala.

Fue el último fin de semana, antes de cumplir los 19 en el que ella murió, desde entonces su familia no ha vuelto a levantar cabeza…


Teresa Hernández Luna

lunes, 2 de noviembre de 2015

Reflexión



Siempre se ha dicho que la debilidad está presente en el ser humano. Esto es íntegramente cierto. El hombre prefiere el elemento líquido. Cada vez que alguien bebe, ingiere una pequeña dosis de irreflexión.  Sobre el alcohol se dice que en diminuta cantidad  no es desfavorable para el organismo. En cambio, esto es definitivamente ficticio; porque a lo se llega es al exceso. Tal y como he experimentado aferrándome  a esta anestesia, inhibiendo mis problemas, sumergiéndome al aroma seco de una vida reducida, y rematando en la senda del oscuro abismo.


MªÁngeles García Checa

Hola, soy Jaime.

“Hola, soy Jaime.

El   alcohol   destroza   tu   vida,   la   desordena,   la   destruye. Acaba contigo tanto por dentro como por fuera, te sientes solo, no sabes cómo seguir adelante, hacia donde ir, qué camino escoger.

Estoy   aquí,   en  Alcohólicos   Anónimos   para   devolver   el sentido y la felicidad a mi vida.”


Alba Román

jueves, 29 de octubre de 2015

El amor incorrecto



No quería tener que contar esta historia, pero creo que lo mejor es compartir lo que mi gran amigo me hizo.
Yo simplemente era un muchacho al que le gustaba salir, disfrutar y, por qué no, beber con los colegas. Hasta ahora todo correcto, en resumidas cuentas, un joven como otro cualquiera; pero esto es justamente lo que no debí de hacer, ser como los demás.
Desde el principio de esa vida supe que no era feliz por dentro, solo era preso de la bella dama que embriaga nuestra consciencia, el alcohol. Una caricia de alegría y bienestar, mientras la tomamos y yacemos con ella es algo maravilloso.
Pensad una cosa; hoy tengo 30 años, soy alcohólico y vivo en la más profunda miseria por hacer el amor demasiadas veces con esa dama, el alcohol.
¿Crees, joven lector, que mereces acabar como yo?
Hay amores que aparecen y te convierten en lo que no eres, hay amores que, después de una noche desaparecen y hay amores que de verdad te quieren.
¿Mi consejo? Elige bien el amor que escoges y piensa que "ser yo" está tan cerca como someterte al cálido amor de mi ruina.

Francisco Teba Verdejo

lunes, 26 de octubre de 2015

Lo que se llevó

De su vida, en su corta juventud se quedó con aquellas noches, con unas copas, unas risas, unos amigos, unas locuras, unos descuidos, unas imprudencias...
Todo lo que a aquel muchacho le gustaba: salir y hacer locuras.
Pero al fin y al cabo lo que se llevó fue eso, su vida.

Álvaro López

TODA ACCIÓN TIENE UNA REACCIÓN



30 años antes....

-¡Qué feliz soy! Soy José, tengo 30 años y acabo de ser padre de un niño precioso que se va a llamar Antonio.

20 años antes....

-Hoy mi hijo cumple 10 años. Estoy muy orgulloso de él. Ha sacado muy buenas notas en clase y de recompensa le he regalado una caña de pescar

14 años antes...

-Hoy es Nochebuena. Nos hemos reunido toda la familia y he dejado a mi hijo beber un par de copas de cava conmigo.

13 años antes...

-Estamos de feria!! No hay nada que me alegre más que poder salir con mi hijo y tomarnos algunos cubatas juntos.

12 años antes....

-He tenido que discutir con el policía al sacar a mi hijo del calabozo. Sólo ha sido la típica peleílla en el botellón. No había motivos para detenerlo.

3 años antes....

-Llevo meses sin ver a mi hijo. Cada vez que viene a casa discutimos. Sólo piensa en salir de bares.

12 de agosto de 2030...

-Hoy era el cumpleaños de mi hijo. Había preparado una excursión de pesca juntos para resolver nuestras diferencias y disfrutar de unas cervezas a la luz de la luna. Pero ha muerto de cáncer de hígado.


¿POR QUÉ ME HA PASADO ESTA DESGRACIA A MÍ?



Ian Domínguez



Las penas y el alchol...

Llegar a casa y sentir cómo que se te cae el mundo encima... Es lo que siento ¿nunca os ha pasado? ver a tu padre siempre bebido y alcoholizado, intentar explicarle y decirle que así no va a ningún lado y que siempre me diga lo mismo: que así se le van las penas por un tiempo y se olvida de la muerte de mi madre. Pero y tanto que se olvida, olvida lo más importante... que ella murió por culpa del alcohol. 


Paula Román

Disfrutando de la noche en la discoteca

Estábamos en una discoteca, música alta, bebiendo alcohol, bailando, carcajadas,...disfrutando de la noche. 
Se nos acerca un grupo picándonos a ver quién bebía más chupitos, y nosotros cada vez bebíamos más y más... Estábamos ya que no podíamos ni sostenernos... Así que decidimos marcharnos. 
Llegó la hora de coger el coche, veíamos todo borroso, de repente sentimos un golpe, y una luz de fondo. La gente gritaba y gritaba. No recuerdo nada más. 
Aquí nos encontramos en un hospital, dos de ellos murieron, y nosotros tres estuvimos en coma 3 días. 
Desde entonces se acabaron las borracheras.

Rocío Márquez

lunes, 19 de octubre de 2015

¿El alcohol o la vida?

Perdió el tren, perdió el rumbo y perdió el amor. Pero él no se sentía solo, mientras pudiera sentirla cerca qué más podía necesitar.

Noche fría, deambulando solo por las calles, medio inconsciente, gritaba:

-¡No te la lleves, no te la lleves! Solo me queda ella…

Sintió el golpe final, una patada certera le arrebató su tesoro más preciado:

¿El alcohol o la vida?



Ana Paz Risco


El contenido de una botella



J&B: 40o                            Desinhibirse

Barceló: 37'5o                    Cero problemas

Beefeater: 47o                    Libertad

Absolut vodka: 40o            Risas

Tequila: 55o                       Nada importa

Ballantine's: 43o                Mareo

Larios: 40o                         Náuseas

Jack daniel's: 35o               Paranoia

Jägermeister: 35o              Vuelven los problemas

Cutty sark: 40o                  Depresión

ALCOHOL                     DEPENDENCIA

MI ÚLTIMA GOTA


-Lucas, venga tenemos que irnos.
+Cariño solo la última copa y nos vamos.
-Amor ya has bebido suficiente por hoy
+Laura, cielo, es mi cumpleaños y quiero celebrarlo como es debido.
Minutos más tarde...
-¡Conduzco yo!.
+¡No, conduzco yo!.
-Has bebido mucho, debería conducir yo.
+Lo dicho conduzco yo, es más cariño sabes que yo controlo.
Ambos se montaron en el coche, se ponen en carretera y tras varios minutos conduciendo, Lucas se distrae mirando el cielo estrellado. De repente Laura empieza a gritar, Lucas intentó frenar pero es demasiado tarde. El coche de Lucas chocó contra un camión, por suerte el camionero salió ileso pero por desgracia Lucas había perdido el conocimiento y Laura había muerto en el acto.
Horas más tarde Lucas despierta en un hospital, se encuentra rodeado de cables e intenta quitárselos de encima; de repente entra un doctor y al ver lo que está haciendo grita:
-¡Quieto! Tienes que guardar reposo.
+¿Qué ha pasado? ¿Y Laura?.
-Tuviste un gran accidente y perdiste el conocimiento y te lesionaste una pierna, pero por suerte ya has recuperado el conocimiento y estas bien; y con respecto a la pierna se recuperará.
+¿Y Laura?¿Dónde está Laura?.
-Es demasiado pronto para decírtelo.
+Ha muerto, ¿Es cierto? Diga me usted que no, que está bien.
-Lo siento chico, pero murió en el acto.
+No, no puede ser tenía que haber muerto yo... no ella.
Lucas se echó a llorar, estuvo meses, e incluso años sin ganas de salir e de relacionarse con la gente; no hacía nada más que pensar en aquella noche, pero fue fuerte y salió de aquella depresión. Ya hace 7 años de aquel accidente, Lucas vuelve a ser igual que antes pero siempre que le ofrecen una copa dice:

+Gracias, pero no quiero, hace años me hice la promesa de que no volvería a probar una gota de alcohol ya que él me quitó a lo que más quería.


Miriam Ruiz

DIARIO DE JUAN: UNA VIDA SIN SENTIDO

 -Hola, me llamo Juan. Tengo 16 años y bebo alcohol sólo los sábados. Tengo muchos amigos. Compramos a medias una botella de alcohol y salimos a pasárnoslo bien. Me gusta una chica.

- Hola, me llamo Juan. Tengo 18 años y bebo alcohol sólo los fines de semana. Me lo paso muy bien, aunque a veces no me acuerdo de lo que hice. Por fin estoy saliendo con la chica que me gustaba.

 - Hola, me llamo Juan. Tengo 23 años. Bebo alcohol los fines de semana y algo entre semana. Mi novia me ha dejado porque dice que le pegué. Y creo que miente porque nunca haría eso, pero… no me acuerdo.

- Hola, me llamo Juan. Tengo 26 años. Bebo alcohol a diario, pero poco ( al menos eso creo ). No entiendo porque nadie quiere estar conmigo. Dicen que es porque me vuelvo agresivo cuando bebo, pero eso no es cierto… o eso creo

- Hola, me lllamoo Jian. Bovo todos ls diaas. Tengu 36 anos. N o teño amigos. E perdio mi trabajo,  Estoi solo muy solo.



Ian Domínguez

Él y Ella

Él

Él era un alcohólico crónico que todos los días moría asfixiado en su vómito, era un panorama insólito hasta para poder ser descrito, un hombre que tuvo una vida difícil, pero ahora le hace la vida imposible a los demás, sobre todo a su mujer, que la considera inferior y no le importa nada sus traumatizados hijos. Pero como todos sabemos, los errores que aprende una persona desde joven es muy difícil arreglarlos en el futuro. 
¿Por qué digo esto? Muy sencillo, este hombre, también traumatizado por el machista de su padre de joven, aprendió las atrocidades que la persona más cercana a él cometía contra la persona que más quería, su madre. Estas atrocidades las empezó a lanzr contra su propia mujer sin importarle nada sus dos hijos ni ella, embriagándose todos los días y sin ser consciente de sus actos.

Ella

Ella era una joven que a pesar de su inteligencia se enamoró del chulo del instituto, el bully que todos los días molestaba a los más débiles, y ese amor la llevó a quedarse embarazada de dos niños con dieciocho años y no precisamente con una relación consentida.



Esto es así. Muchas personas pasan por esto, pero queda esperanza. Somos nosotros esa esperanza, los ayudaremos siempre y ellos saben que no están solos.


Adelmo Grande

jueves, 15 de octubre de 2015

Y SE HIZO EL SILENCIO



-¿Qué es para ti la felicidad?
+Beber.
-¿Cuál es el sueño de tu vida?
+Emborracharme todos los días porque sólo así soy feliz.
-Si pudieras elegir entre jugar con tus hijos en el parque o en un bar, ¿dónde lo harías?
+En un bar ya que así puedo beberme una cerveza a la misma vez.
-¿Cambiarías algo en tu vida si te dijeran que vas a morir?
+Si voy a morir de todas formas, ¿qué mas da? No cambiaría nada.
-Te queda un mes de vida, lo siento.
+(...)

Mari Ángeles Rosales

miércoles, 14 de octubre de 2015

Noticias : "Fiesta, drogas, borracheras, peleas, y muerte"

 
Grupo de jóvenes que se juntan cada fin de semana para hacer una fiesta, donde por medio hay drogas. Esos jóvenes se pelearon mutuamente entre ellos, lo que les conllevó a la muerte. 


Y todo por una simple droga... 


No dejes que las drogas te consuman.


Rocío Márquez

lunes, 12 de octubre de 2015

Abanico de sensaciones

Sentía miedo a que llegase cada noche a casa oliendo a alcohol, a esa mano violenta que no podía esquivar, a que mi hija me encontrase en el suelo. Me hacía sentir pequeña y yo lo permitía. Mi vida se apagaba poco a poco. Una mañana vi a mi niña darme un pañuelo para la sangre y diciéndome te quiero hizo que desapareciese el dolor. En ese momento la persona más pequiñita de mi casa consiguió hacerme grande. Cogimos nuestras cosas y nos fuimos. Era todo un abanico de sensaciones pues después de mucho tiempo volvía a ser feliz. 


José Antonio Luna Lorenzo 

viernes, 9 de octubre de 2015

La felicidad no está en el alcohol

La mayoría de las personas va en busca de la felicidad, sin darse cuenta que la felicidad no es una meta, sino un conjunto. Cada pequeño momento , por más diminuto que sea es parte de ese conjunto. Por eso disfruta cada momento  que puedas, y te darás cuenta que eres feliz.
Pero lo más importante de todo es que hay que aprovechar todos los momentos  y vivirlos como si no hubiese más, porque la felicidad no hay que buscarla si no que hay que vivir el momento aunque sea malo o bueno y así seremos felices.

Luisa González Pintado

martes, 6 de octubre de 2015

¿Qué sentirías? ¿Qué harías?

Imagínate que todos los días llegas a tu casa del instituto y ves a tu padre llegar borracho, ¿qué sentirías? quizás... ¿vergüenza?, ¿tristeza al saber que tu padre está así y él ni se da cuenta?, yo siento todo eso y más, no entiendo por qué hace eso. El día que se dé cuenta sé que será demasiado tarde, y yo no podré hacer nada, y ahí es cuando me pregunto... ¿Qué haríais vosotros sabiendo que vuestro padre se va a morir por el alcohol?

Paula Román

jueves, 1 de octubre de 2015

No Alcohol



7 de Octubre de 2014, feria de Peñarroya – Pueblonuevo. Había dos amigos, que se llevaban muy bien. Pero ya, cuando era ya de noche, de todos los cubatas que se había tomado por la mañana y por la noche, les habían afectado mucho y hubo un malentendido. A partir de ese momento hubo una discusión, se pelearon y uno se quedo en coma. 
Estuvo tres días en coma.
¿Merece la pena beber alcohol de esa manera, abusando de él?


Cristina Salguero

lunes, 28 de septiembre de 2015

El alcohol le cambió la vida


A Rafa le cambió la vida cuando le detectaron cirrosis en unas pruebas.
Se la había provocado la bebida. Él no pensaba que bebía tanto como para que el alcohol le hubiera dañado el hígado.
Los médicos le informaron que la cirrosis no se cura pero que si dejaba el alcohol no avanzaría.
Rafa reflexionó sobre el problema y decidió abandonar el alcohol; le costó, pero cuando lo superó encontró un mundo nuevo, comprobó que podía hacer la misma vida que antes y, sobre todo, más sana.

MªJosé López

jueves, 24 de septiembre de 2015

Algo que yo hoy te enseño a ti

Esa noche un borracho se metió en nuestro carril, hijo mío, y por culpa de ese miserable y de esa maldita droga llamada alcohol hoy estoy yo aquí, sentado en esta silla, sin poder jugar contigo y sin mi hermano. Pero, tranquilo, aunque no pueda andar la vida me ha enseñado algo que yo hoy te enseño a ti: SI BEBES NO CONDUZCAS... porque no quiero que te conviertas en el culpable de algo así.

Mari Ángeles Rosales

martes, 22 de septiembre de 2015

Ni tú, ni yo

lunes, 21 de septiembre de 2015

No te lleva

Era una feria y yo, claro, tenía que hacer botellón con mis colegas porque "una feria sin beber no es feria" Total empezamos a beber sin parar, cuando de repente empecé a vomitarlo todo, se jodió la fiesta y tan solo era las 3 de la mañana. 
Llegó el siguiente día; decidí esa noche no hacer botellón, y en verdad fue cuando mejor me lo pasé y pude durar toda la noche. Desde entonces me di cuenta que el alcohol no te lleva a la diversión.

Rocío Márquez

martes, 21 de julio de 2015

Todo eso

Llega a la fiesta, empieza a beber sin parar, te falta autocontrol, no sabes parar a tiempo. 
Empiezas a mandar mensajes, bailar con todo el mundo, insultar a personas débiles, serle infiel a tu pareja,... 
Luego a la mañana siguiente, te levantas con la resaca, y arrepintiéndote de cada uno de tus errores de ayer... ¿y todo eso para qué?

Rocío Márquez

miércoles, 15 de julio de 2015

Beber no te hace mejor


Su madre me había contado que había contado que había estado tres días ingresado en el hospital. No sé qué cosa me contó que le pasó en el páncreas. Fui a verle y entré en su habitación. Tenía bastante mala cara. Estuvimos hablando de cosas tontas como las chicas y la pesca (antes íbamos mucho a pescar juntos).
Al final, se lo pregunté:
-          ¿Qué te ha pasado, tío?
-         No lo sé. Salí de marcha con mis amigos y… ya no recuerdo más.
-          Pero, ¿qué bebiste?
-          De todo, tío. ¡Fue la ostia!
-         -Pero macho, si te llevaron al hospital…
-         -Sí, la verdad es que lo he pasado muy mal.
-       Y… ¿por qué bebes?
-         No sé, mis amigos.
-       ¡Qué va, tío! Esos no son tus amigos.¿Han venido a verte?
-        -NO.

-      Pues abre los ojos, que no te engañen.Beber no te hace mejor.

Ian Domínguez del Rey

viernes, 10 de julio de 2015

Empezó para hacerse el chulo

Empezó para hacerse el chulo, o eso decía. Se engañaba pensando que mientras más bebiera más chicas le querrían. Al principio hasta la salió bien, dos en una noche... bastante bien diría yo, hasta conoció a una que le acompañaría para siempre: ella era ardiente y su aliento y abrazo eran fríos como el hielo.
Esta... es la muerte.

Antonio Martínez

miércoles, 17 de junio de 2015

Mila

Mila tenía 56 años. Tras una larga enfermedad hoy 11 de Junio a muerto. Ella a causa de sus problemas familiares y no tener recursos económicos empezó a beber, y todos los problemas que le surgían los ahogaba en alcohol. Hace 1 año le detectaron cáncer en el hígado. Ya no se podía hacer nada por ella.

Laura Ruiz

lunes, 8 de junio de 2015

La suma

 Un hombre, un sábado por la noche iba borracho. Cruzó la carretera, un coche no lo vió y hubo un accidente. En el coche iban un padre, una madre y un hijo, en el asiento de atrás. Murieron cinco personas...

¿Por qué no cuadra la suma?




Francisco José Valle Romero

Soledad

 Estaba solo de nuevo, como siempre, bebiendo una y otra vez. Todavía se acordaba de todo. "Como si fuera ayer". Empezó a llorar, no lo había superado. Lo recordaba todo, las caras, sus gritos, sus lágrimas. De repente, se dio cuenta de que lo estaban llamando, era la hora de volver a la celda.

Antonio Manuel Martínez Poyato

NOTICIA DE ÚLTIMA HORA

Sábado, doce de la noche. La niña se prepara para ir a una fiesta. La madre le aconseja de que no beba si va a coger el coche. Ella se lo promete.
NOTICIA DE ÚLTIMA HORA: dos jóvenes mueren a mano de un automóvil por culpa del alcohol.

Mª Carmen Romero

Reflexiones


Beber me relaja.
Me hace grande, importante.
Cuando bebo me siento seguro.
Pero sé que me estoy matando.


MªJosé López

EL HOSPITAL


Rosalí era una enfermera eficiente que la mayoría de los días trabajaba en el turno de noche en el hospital de su ciudad. Era una chica bastante tímida y retraída, pero era buena en su trabajo.
Un día su vida giró cuando conoció a Sebastián, un enfermero algo extraño, pero con apariencia afable y cariñoso con los enfermos. Hicieron buenas migas en un principio, ya que pasaban muchas horas juntos y las noches a veces resultaban largas si no había mucho trabajo que hacer, pero Sebastián guardaba un secreto. 
Pronto empezaron a faltar medicamentos en el almacén que tenían en la planta; se abrió una investigación y pillaron a Sebastián por las cámaras de vigilancia robando los medicamentos para su consumo, añadiéndole alcohol de por medio, y todo se lo tomaba en horarios de trabajo.

Sebastián fue amonestado y se dio de baja. Encontró mucho apoyo en la psicóloga del hospital, pues ella le orientó y con la ayuda de Rosalí salió del mundo alcohólico donde se encontraba sumergido. Ahora Sebastian y Rosalí son una pareja feliz y juntos han formado una familia junto a su hija Paula, de dos años. Ella ha sido la fuerza para cambiar la situación insostenible que llevaba su padre.

Miriam Ruiz

lunes, 1 de junio de 2015

Creía que me haría más feliz

Creía que me haría más feliz, creía que me iba a olvidar de todos mis problemas, creía que me iba a divertir el doble, creía que el alcohol me iba a hacer bien en todo... En fin, creía mal. Pero nunca es tarde para darse cuenta, el alcohol me hacía que fuera feliz y olvidase mis problemas por un momento, luego me sentía aún peor de lo que estaba. 
A lo mejor me divertía, pero al otro día me arrepentía de todo lo que había hecho.

Paula Román

Ingleses en Mallorca


 
Marcus era un adolescente inglés, que al acabar sus estudios, sus amigos y el decidieron hacer un viaje. Habían oído a compañeros de otros cursos que Magaluf, en España, era un sitio genial: era barato, había alcohol y diversión durante todo el día. Se lo había dibujado como un verdadero paraíso. y decidieron realizar el viaje.
Al subir al avión ya comenzó la fiesta. Al llegar a la ciudad era un verdadero carnaval, los jóvenes disfrazados y borrachos estaban por toda la ciudad. Se comportaban como animales, no respetaban nada. 
Sus amigos lo invitaron a salir y a divertirse, comprobaron que tomar alcohol era demasiado barato. Marcus bebió demasiado y la fiesta continuó en el hotel. Un amigo suyo le propuso saltar desde el balcón de su habitación a la piscina, Marcus borracho no pensó en las consecuencias y lo hizo.
Ese salto acabó con su vida, con sus ilusiones, con su juventud...

Marcus fue un caso más de "balconing".



MªJosé López

Lágrimas Perdidas



«Buenos días, cariño. ¿Qué tal estás hoy?
Yo la verdad, no muy bien. He tenido días mejores, ¿sabes? 
Anoche llegué más tarde de la cuenta y...verás... me emborraché.
¡Ya sé que te prometí cambiar pero es tan complicado! 
No sabes lo difícil que se me hace soportar tu ausencia.
Aún sigo esperando que vuelvas a casa para que nos cuentes a Lily y a mí qué tal te fue en el trabajo. 
Absurdo, ¿no? 
¡Mira, te he traído flores!
¿Te gustan? 
Son margaritas, tus preferidas. 
Confío que te gusten, las compré con mucho entusiasmo. 
Espera que te las ponga. 
Así.
Escucha, te tengo contar algo muy importante: Lily se  marcha, se va para siempre.
¡Lo siento, sé que no puedo darle lo que necesita! 
Le he fallado... ¡Os he fallado! 
¡Sé que no soy un padre responsable, un verdadero padre! 
¡Lo siento, de veras! 
Pero, ¿qué quieres que haga, si aún sigo llorando en tu tumba?»

Miriam Kapela

Un final trágico



Todo comenzó en un día de feria, Sebastián iba en coche. Llegó allí con sus amigos y él no podía beber porque tenía que conducir, un amigo suyo le dijo que por uno no le iba a pasar nada. Entonces, el se bebió uno y luego empezó a beber más. Llegó la hora de volver, todos estaban borrachos y se fueron a su pueblo. El que iba conduciendo se le fue el volante y se salieron de la carretera. Al tener el accidente murieron todos.

Cristina Salguero

Los verdaderos y los falsos amigos.



Como cada sábado un grupo de amigos se reunían para salir de fiesta o para pasárselo bien después de una semana de estudios.

Un sábado de esos había una fiesta en la que todo el mundo hacía botellón, bebía, se lo pasaban bien y conocían a gente nueva. Ellos no iban a ser menos y  para no quedarse excluidos sin beber compraron entre todos algo de alcohol y se fueron.

Las horas pasaban y algunos de ellos empezaban a notar los efectos del alcohol, seguían pasando las horas e iban a peor; uno de ellos ya no sabía lo que hacia, lo que quería era seguir bebiendo en los momentos de descuido coja la botella y selo bebía a palo seco, hasta que dos de sus amigos se dieron cuenta y le quitaron la botella. Pero se volvía a repetir: él la cogía y ellos se lo quitaban para evitar que fuera a peor su estado y le pasara algo grave, al rato de volver a repetir lo mismo varias veces otros dos amigos ya hartos dijeron que lo dejaran que hiciera lo que quisiera; le quitaron la botella a los otros dos muchachos y se la dieron al otro. En ese momento todo quedó claro acerca de quiénes eran los verdaderos amigos , porque si lo fueran hubieran hecho como los otros dos, intentar que dejara de beber y no darle la oportunidad de que siguiera bebiendo más.


Manuel Cabezas

lunes, 25 de mayo de 2015

Pelea

David es un chico alegre, divertido, le gusta mucho el deporte.
Un fin de semana salió de fiesta con sus amigos. De pronto oyó un revuelo y vio un objeto volar y no le dio tiempo a reaccionar. El objeto era una botella y le dio en el ojo. Él solo notó el golpe, mucha sangre y fuerte dolor en el ojo. Las urgencias llegaron y lo llevaron al hospital, había perdido el ojo.
Los chicos de la pelea estaban borrachos y se dedicaban a tirar botellas por gusto.
El alcohol les hacía hacer tonterías. 
David comprendió que el peligro puede estar en cualquier lugar; tú no bebas, siempre puede haber un grupo   de irresponsables que cuando beben no respetan nada ni a nadie.

MªJosé López

LA PROMESA INCUMPLIDA


María era la más pequeña de tres hermanas; siempre fue una niña consentida y caprichosa, pero su conducta se fue agravando cuando se hizo una jovencita algo rebelde. Siempre quiso destacar más que sus hermanas, lo que la llevó al fracaso escolar y al mundo del alcohol y las drogas. Sus hermanas pronto se enteraron de la vida que llevaba su hermana pequeña. La llevaron a un centro de desintoxicación con la aprobación de sus padres, que fueron los últimos en enterarse del grave problema que tenía su hija. Cuando se recuperó le ofrecieron un puesto de trabajo en la peluquería de sus hermanas, pero ella no sabía aprovechar las oportunidades que le estaba dando la vida.
Volvió a recaer en el mundo de las drogas y el alcohol, ya que era su vía de escape para no querer afrontar los problemas de la vida. Todo esto fue de mal en peor; su novio era un delincuente habitual que robaba para tener dinero en sus vicios. María, al ver lo que hacia su novio empezó a robar a sus seres queridos, dando lugar a que estos le dieran la espalda.
Un día una de sus hermanas le puso una trampa para pillarla y saber si era ella; y exactamente era ella. Intentó robar las joyas de su abuela ya fallecida, María lloró desconsoladamente y juró que nunca volvería a probar ni las drogas ni el alcohol.

Hoy en día María no cumplió la promesa que hizo, es feliz con su familia, pero hay momentos en los que se siente triste y ahoga sus penas en alcohol y las libera en el humo del porro y maldice a su familia por ser los culpable de todos los problemas que le ocurren a ella. 


Miriam Ruiz 

Gente que me apoyaba

Empecé a beber alcohol a los quince años, solamente lo tomaba en las fiestas. Conforme pasaban los años empecé a beber todos los fines de semana y, finalmente, bebía a todas horas. Acabé sin trabajo y mi novia me dejó, aunque la comprendo. No sabía qué hacer, creía que lo único que podía hacer era seguir bebiendo, hasta que me di cuenta de que tenía realmente gente que me apoyaba y me podía ayudar, mis padres. Ellos me llevaron a un centro de rehabilitación y allí conseguí dejar aquella droga que me estaba destrozando por dentro y la vida.

Alba Román

Última gota



Sentada, mirando aquel horizonte lleno de nada, no me importaba nada, no importaba nada más que yo y aquella última gota de ron que me haría alcanzarte, por fin.

Anabel Cabello

domingo, 24 de mayo de 2015

Asuntos delicados.



Reconozco que nunca pensé en acabar por aquí. Un lugar oscuro, sombrío y dantesco que transmitía profundidad y olvido. Recordaba los finales, y es eso que no me dejaba avanzar en un camino que seguía las directrices del gran Machado. Miraba cómo me habían dejado huella los distintos vicios y parecía que querían que los viera. No me sentía feliz así: tocaba salir corriendo. Tanta tentación frenética acababa conmigo, haciéndome sentir un animal de instintos salvajes brotados a flor de piel; sentía hambre. Un hambre alimentada por la gula de los años malvividos. No veía la luz, el espacio no brillaba. Me absorbía un agujero negro que había aparecido, fruto de la factura que me tocaba pagar después de tantos años gastando mierda de primera calidad. El fin se acercaba y, para mi gran tristeza, no tendría una fiesta de despedida.

Francisco Pinilla

jueves, 21 de mayo de 2015

18 años

Llegó mi cumpleaños, por fin cumplía mis 18 años, ya mayor de edad. ¡Qué contenta estaba!, ya poder beber y comprarme mis bebidas.
A la noche mis amigos y yo nos fuimos a celebrarlo a un botellón, y nosotros bebíamos y bebíamos sin parar; alcohol, drogas y mujeres es lo que nos rodeaba, menuda celebración estábamos pasando. Hasta que de repente me desplomé al suelo, no recuerdo nada más, solo recuerdo que estaba en el hospital a punto de morir, pero me salvaron y me di cuenta de que por ser mayor de edad no hay que beber sin cabeza, así que cuando bebía, bebía poco. 

Rocío Márquez

martes, 19 de mayo de 2015

Se quedó con su amiga

Yo formaba una familia con mis dos hijos, además de mi marido y de mí. Mi relación fue de 30 años de casados. Todo nos iba bien hasta que empezó a beber, siempre llegaba borracho a casa, mis niños le tenían miedo y yo cada día me hacía las mismas preguntas : - ¿Por qué me pega? ¿Por qué me grita? ¿Ya no me quiere?
Al cabo de los meses decidí separarme, porque eso nos estaba afectando. 
Finalmente nos marchamos y el se quedó con su amiga botella. 

Rocío Márquez

Arrepentimiento permanente

Mi madre siempre me decía que fuera cauteloso a la hora de juntarme con chicos de mi barrio, que
sus actos influirían y repercutirían sobre mí de forma incontrolable. Yo siempre la ignoraba, le decía que no sería como ellos, que sabía perfectamente lo que hacía. A los 13 años probé el alcohol por primera vez. Y seguía ignorando a mi madre, mi descontrol fue tal, que incluso la insultaba por meterse en mi vida. Acabé yéndome de casa. Cuando quise darme cuenta había caído en las drogas y en alcohol. Formaba parte de mi vida. Mi madre no paraba de llamar al teléfono, nunca se lo cogía.

Un día recibí una llamada de teléfono, me dijeron que mi madre había fallecido. En ese instante, un escalofrío me recorrió el cuerpo. Los últimos recuerdos que tenía eran oscuros. Hoy, no hay nada de lo que más me arrepienta que de mi comportamiento con la persona que más me quería. Todos y cada uno de los días rezo por volver atrás en el tiempo, por cambiar todo.

Pero eso es imposible.

Álvaro López

MEJOR TARDE QUE NUNCA



Cada día la veo pasar por la calle. Espero a que llegue la hora a la que lleva los niños al colegio.

Me atormenta pensar que podían haber sido mis hijos…

Yo podía ser su marido, su gran amor…

Pero me enamoré de otra… De una que no me dejaba pensar, ni decidir…

La cambié por una botella.

Ahora pago las consecuencias de mi error, pero por lo menos he podido darme cuenta.

Reaccioné tarde, si, pero reaccioné. Ahora soy una persona normal.

Aunque me dejé cosas maravillosas por el camino.





Ian Domínguez

UNIÓN FAMILIAR.



En una casa alas afueras de la ciudad vivía un matrimonio bien avenido donde fueron criados sus hijos con mucho amor y cariño. Algunos decidieron hacer una carrera universitaria y otros, dedicarse al negocio familiar. Pronto fueron llegando los futuros miembros de su familia, es decir, sus nietos; pero estos eran diferentes a sus padres, y el modo de educación que ellos impartieron a sus hijos era diferente, así iban yendo las cosas, entre más mayores eran, los problemas iban creciendo, pero el que más destacaba era su nieto Pedro hijo del benjamín de la familia. Su vida no iba encauzada por el buen camino y sus abuelos ya eran mayores y estos disgustos le afectaban, ellos querían una vida ejemplar para su nieto y no sabían como encauzarla. Un mal día, por así decirlo, su nieto se vio envuelto en una trama de corrupción; sus ganas de conseguir dinero fácil a toda costa le habían hecho vivir al margen de la ley; contrataron un buen abogado para su nieto y llevaron a un centro de desintoxicación, porque las drogas y el alcohol tenían parte de culpa de la persona en que se había convertido su nieto. Se gastaron millones en su nieto, casi la ruina de la familia, pero no les importó y la verdad es que mereció la pena: Pedro cambió. Consiguió dejar su vida delictiva, y quedó limpio de sus adicciones; consiguió formar una familia y la crió con el mismo amor que le inculcaron sus padres y abuelos. Ahora siendo ya un hombre en toda regla, piensa y recapacita que si no fuera por el apoyo y el amor que le dio su familia, hubiera sido una persona distinta; por eso decidió abrir un centro de rehabilitación para ayudar a adolescentes y a sus familias a superar el bache que él había superado hacía muchos años. Desde su despacho mira la fotografía de sus abuelos y, aunque dejaron de estar entre ellos, Pedro sabe que sus abuelos tienen que estar orgullosos de aquel nieto que gracias a la unión familiar salió adelante.

Miriam Ruiz Ledesma

La noche acabada



Son las diez de la noche y todo comienza de nuevo. Él vuelve a llegar como de costumbre, borracho.  Yo me voy a mi cuarto porque ella me lo dice. Vuelven los puñetazos, los insultos y los ruidos. Y, de repente, silencio y un portazo.  Salgo del cuarto y ahí está.  Ella ya es libre de sus garras, él es encarcelado en la peor cárcel que puede existir: la soledad y la culpa.

Laura González Loro

martes, 12 de mayo de 2015

Por el alcohol, lo perdí todo

Por el alcohol, lo perdí todo. Perdí a mi familia, mis amigos y destruí mi vida completamente por esta bebida que simplemente me ayudaba a olvidar mis problemas y ser feliz lo que duraba su efecto, al pasarse todo lo que me ocurría antes de beber se hacía mas grande y más difícil de superar , pero el alcohol creó dependencia sobre mí haciendo que siguiera bebiendo aunque sabía que no era lo correcto.

Alba Román

Familia

Un buen hombre llevaba una vida normal. Tenía 40 años cuando empezó a tener problemas, sobre todo con la familia, que para él era lo que más le dolía.
Tenía su familia, con su mujer, su hijo de unos quince años, y su hija con veinte años.
Su mujer y él cada día se entendían menos y delante de sus hijos no se escondían para discutir. Sus hijos, desesperados, ya les suplicaban que se quisieran como siempre y les dieran un por qué se estaba rompiendo la familia, ellos lo notaban.
Este hombre tenía una persona a su lado, un buen amigo para él, que le decía que dejara a su familia en casa y saliera con él de fiesta (porque le comentaba que así se olvidaría de sus problemas).
Noche tras noche abandonaba a su familia porque junto al alcohol no pensaba en sus problemas.
Tres años duros y desesperados para todos hicieron que sus hijos maduraran y quisieran vera al padre. Decidió la mujer irse con ellos y , al volver una madrugada, vio que no se encontraban allí y leyó la carta de despedida.
En ese momento ni todo el alcohol que se bebió esa noche hizo que se olvidara de esa noticia.
A raíz de ahí pensó que aumentando la cantidad de alcohol se le quitarían los problemas.
Y a día de hoy, después de unos veinticinco años, se ve solo, sin destino y sin fuerzas, aun sabiendo que su familia de sangre no le fallaría.

Nerea Mohedano

lunes, 11 de mayo de 2015

Gracias, amigo

Siempre nos turnábamos el coche y quien conducía esa noche no bebía. Aquella noche le tocaba a Juan y todo iba bien, hasta que de repente ese maldito todoterreno entró en nuestro carril, Juan no tuvo tiempo de reaccionar. Cuando abrí los ojos estábamos rodeados de sangre, y sentí cómo un escalofrío recorría todo mi cuerpo y me inundaba el miedo. Todos estábamos estables pero Juan no respondía. 
- Por favor Juan, no puedes hacernos esto- le grité. 
A los pocos minutos estábamos en el hospital y allí estaba ese malnacido, con unos pocos rasguños y un collarín, mientras Juan se veía entre la vida y la muerte. Estuvo dos semanas en coma y los médicos no tenían muy claro que volviese a despertar, pero nosotros no perdíamos la esperanza e íbamos todos los días a verlo para contarle nuestras anécdotas y charlar un rato con él, aun sin respuesta. Los médicos nos dieron la mejor noticia: iba a recuperarse, sería muy lento pero lo haría y yo lo sabía, sabía que saldría de eso, Juan era muy joven y tenía demasiadas ganas de vivir como para rendirse tan pronto. 
Gracias, amigo, por no dejarnos.

Patricia Mohedano

Otra vez, y ya era la segunda en esta semana.

Otra vez, y ya era la segunda en esta semana. Mi padre llegando borracho a casa, mi madre asustada y yo sin saber qué hacer: tomar mi propia decisión o aceptar la que había aceptado mi madre.
Entró dando un portazo y se dirigió a mi madre, gritándole, como si ella tuviese la culpa de que su equipo hubiera perdido el partido de béisbol. Me lo pensé dos veces antes de actuar, pero lo hice. Le recriminé que llegase como llegaba a casa y que le hablase así a mi madre. Después de eso, solo recuerdo un dolor punzante debajo del ojo y los gritos de mi madre. Parece que eso era lo único que faltaba para que hiciese lo que debió de haber hecho mucho tiempo atrás. 
Y lo hizo. 
Y no volvimos a ver a ese hombre que tenía que considerar como mi padre. Y entonces, una nueva vida comenzó para nosotros.

Esteban Gómez

Mi madre me dijo que no bebiera

Me fui de fiesta y mi madre me dijo que no bebiera, que después tenía que conducir; y eso hice. 
Estaban todos mis amigos bebiendo y bebiendo sin parar, pero yo no probé ni una sola gota. 
Cuando la fiesta acabó, yo me monté en el coche y me puse camino a casa cuando, de repente, sentí un golpe fuerte en mi vehículo. Mi coche quedó destrozado, me faltaban pocos minutos de vida. 
Yo escuchaba decir "que yo no tuve la culpa, sino el otro, el que iba borracho, y yo sin beber..." 
Mis últimas palabras fueron un susurro: se sentirá orgullosa de mí... que yo no bebí y les hice caso... que yo no tuve la culpa de aquel accidente y que, desde el cielo, les cuidaría. 


Él vivió y yo acabé muerto. 

Rocío Márquez

miércoles, 6 de mayo de 2015

Tres botellas, una muerte.



Salí de casa deprisa con mi mejor amiga. Las dos estábamos dispuestas a rememorar aquella noche. Era sábado, salíamos de trabajar y llevábamos tres botellas de ron… la noche pintaba bien. El desfase llegó a nuestras cabezas para cuando las estrellas se habían sublevado contra el sol; para entonces, ya sólo quedaba media botella de ron. Decidimos marcharnos, como pudimos, con el objetivo de  llegar a casa, olvidar todo lo vergonzoso que habían hecho a lo largo de la noche, y pensar en el pedo tan grande que nos habíamos cogido. Arranqué el coche y salimos del aparcamiento como pude, chocando con el morro del coche que tenía detrás, y nos metimos en carretera. Mi mejor amiga se percató de que quedaba algo de ron y sugirió que lo termináramos, lo más recomendable si vas conduciendo y estás borracha. Alcé la cabeza para terminarme el líquido de la botella, y antes de que la primera gota de ron tocara mis labios, un camión chocó de lleno contra nosotras.  Escuché cómo el cuello de mi amiga se partía, dejándola  colgando como si fuera una muñeca de goma. Cristales salpicaron mi cara y un miedo atroz me sobrecogió. Lloré, grité, no sabía qué hacer, mis piernas estaban inmovilizadas y no sabía si sentía o no mi espalda. Mi mejor amiga estaba muerta, posada en
mis piernas inmóviles.
Aquella noche, en verdad, fue una noche para recordar.

Francisco Pinilla

El alcohol te destroza por partida doble

Esta es la historia de un pequeño joven con un gran futuro que lo perdió por culpa de la gran sensación que le daba el alcohol un día de fiesta.
Empezó cuando a finales de curso, había acabado la ESO y estaban en la fiesta de graduación. En esa fiesta todos iban a beber, él no iba a ser el único que no lo haría. Ese día, que él recuerde,  fue unos de los que mejor se lo pasó: tenia a su novia, a sus amigos y una falsa sensación de bienestar producida por la bebida. Aunque no le duró mucho, ya que al día siguiente no se acordaba de nada de lo que había hecho.

Cuando fue a hablar por teléfono con su novia ella lo ignoraba y le colgaba. Más tarde se enteró de lo que había pasado. La había perdido para siempre por haberla tratado mal y por haberse liado con otra chica. Eso lo dejó hundido.
Pasó un tiempo y decidió dejar eso en el pasado y salir con sus amigos. Pero sus amigos hacían lo mismo que le había hecho su novia. Le volvió a pasar lo mismo, se enteró más tarde de lo que le había pasado: él, estando borracho, les había hecho meterse en peleas y se había portado mal con ellos.

Lo que el alcohol borró de su mente también lo hizo para siempre.

Manuel Cabezas

El círculo de la vida

María era una mujer madura de 70 años. Era alta y, en sus tiempos, tuvo que ser una mujer bella, pero su mirada era triste y desoladora. Desde que fue madre estuvo sufriendo con su marido por culpa del alcohol; vivió años muy duros hasta que este falleció por su enfermedad a causa de las bebidas. Ella sola fue capaz de enfrentarse a la vida y a tirar de sus cuatros hijos pequeños. Ojalá la desdicha de esta mujer se quedara ahí en esos años duros que pasó en su juventud, pero el fantasma del alcohol y las drogas volvía a llamar a su puerta. Su único hijo varón estaba enfermo y obsesionado con el alcohol y las drogas, era la propia imagen de su padre, aunque tuviera buen corazón  los vicios lo estaban transformando. Pidió ayuda a sus hijas ya mayores para solucionar el problema del pequeño de la casa. Pasaron meses muy duros yendo a centros de desintoxicación, ya que estaba muy afectado y era más grave de lo que la familia suponía.
Los médicos le advirtieron que si continuaba con la vida que llevaba le quedarían pocos años de vida, ya que su cuerpo estaba bastante castigado por los estragos del alcohol y las drogas. Miguel quería dejarlo, pero no podía, ya que era la medicina que necesitaba todos los días.
Pero su vida cambió en el momento en el que conoció a Lola, una enfermera que trabajaba en el mismo centro; ella le administraba la metadona que necesitaba, poco a pocofue soportando que la dosis fuera bajando hasta que se sintió limpio; de aquí surgió una buena amistad que luego se transformó en amor.
María, desde hace años, no sonreía, y ahora lo hace porque se siente tranquila de que su hijo vuelva a estar bien.


Miriam Ruiz

martes, 5 de mayo de 2015

Te quiero, fuera de mi vida.



Mi amor, desde que los bares son tu casa de fin de semana; el whisky, tu perfume y mi cuerpo, tu saco de boxeo; todo ha cambiado, como tu humor. No es que no te quiera.
Te quiero, bien lejos de mí.

Lucía Guerra

Esas líneas

Fiesta y beber era lo que a mí me gustaba en vez de estudiar. Empecé con el alcohol a las 12 años y ya tengo 28 y aquí me encuentro, en el hospital.
Mi muerte está cerca, solo veo pasar a médicos haciendo todo lo posible para que no me muera. Escucho voces diciendo que tengo el hígado muy afectado... Ahora pienso y me arrepiento de todo lo que llevo bebiendo, cosa que te conduce a la muerte. Y sí, así me encuentro yo, a punto de morir, pero me salvaré. 




Desde que escribí esas líneas no vuelvo a beber.

Rocío Márquez

lunes, 27 de abril de 2015

TODOS PODEMOS.


Alicia era una chica muy joven y guapa, a la que le gustaba divertirse, pero tenía muy baja autoestima de sí misma y, para sentirse importante y especial, se refugió en la bebida, porque la bebida la convertía en una chica diferente. Una noche cálida de verano, llena de tristeza por una pelea con su novio, bebió demasiado. Quiso regresar a casa en coche, pero por mucho que le dijeron sus amigas no hizo caso y se puso al volante del coche. A pocos kilómetros se saltó un Stop y chocó contra otro coche... la consecuencias fueron múltiples lesiones; tardó en recuperarse, pero lo que más le llenó de ganas de seguir hacía delante fue el apoyo de sus amigas, nunca se imaginó que la quisieran tanto.

Cuando salió del hospital Alicia entró en un centro de desintoxicación y logró curarse. Esta experiencia cambió su vida; años más tarde dio charlas sobre el alcohol y ayudó a mucha gente a que tuvieran fe y dejaran el alcohol y las drogas y les dijo que podían divertirse sin necesidad de tomar estas sustancias.

Miriam Ruiz

Por ser el 'mejor'

Juan, 27 años está ingresado en la unidad de cuidados intensivos, hace 3 años sufre una enfermedad de hígado debido a su adicción con el alcohol. Cuando sólo tenía 12 años el empezó a beber por ser el 'mejor' de sus amigos, esa 'gracia' por llamarlo de alguna manera acabó con una adicción la que lo dejó sin dinero sin casa y que perdiera a toda su familia. Durante años ha vivido debajo de un puente y todo aquel dinero que recaudaba era para alcohol o drogas. Hoy día está en sus últimos momentos de vida, solo por su adicción.

Laura Ruiz

miércoles, 22 de abril de 2015

Los peces muertos siguen la corritente


Un día un grupo de amigos decidieron ir aun lugar donde todo el mundo bebía, ya que era una época de fiestas; como era normal ellos no iban a ir sin nada de bebida ya que serían los únicos que estaría allí sin bebidas.

Días antes decidieron de comprar algo para no ir a ese lugar sin nada y no parecer, bajo su punto de vista, unos “unos mierdas”.

Todos iban a aportar dinero para comprarla y poder beber. Uno o dos no estaban muy seguros y pasaron esa vez; otro no estaba muy seguro pero lo convencieron y también se apuntó.

La noche no fue mal, algunos acabaron muy borrachos haciendo cosas que serenos no harían y otros sí, pero ese recuerdo pronto se le borraría por culpa del alcohol.

Los chavales de ese grupo decidieron volver a ir al mismo sitio y repetir lo del día anterior... eso lo hicieron varias veces, pero la última se les fue de las manos: un amigo del grupo por hacerse el guay o el chulo se bebió varios cubatas de un trago, lo que hizo que le diera un coma etílico. Lo peor es que ese muchacho era uno de los que a lo primero pasaba de beber, pero empezó poco a poco a beber con los demás; esa fue la ultima vez que bebió, ya que aprendió la lección de no dejarse llevar por la corriente como un pez muerto.

Manuel Cabezas

Gritos, amenazas, golpes,...

Gritos, amenazas, golpes,...Cosas que día a día yo recibía, no comía, no dormía, yo no podía seguir así, entonces lo pensé, dejé mi orgullo y me marché. 

Rocío Márquez