Yo formaba una familia con mis dos hijos, además de mi marido y de mí. Mi relación fue de 30 años de casados. Todo nos iba bien hasta que empezó a beber, siempre llegaba borracho a casa, mis niños le tenían miedo y yo cada día me hacía las mismas preguntas : - ¿Por qué me pega? ¿Por qué me grita? ¿Ya no me quiere?
Al cabo de los meses decidí separarme, porque eso nos estaba afectando.
Finalmente nos marchamos y el se quedó con su amiga botella.
Rocío Márquez
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