domingo, 24 de mayo de 2015

Asuntos delicados.



Reconozco que nunca pensé en acabar por aquí. Un lugar oscuro, sombrío y dantesco que transmitía profundidad y olvido. Recordaba los finales, y es eso que no me dejaba avanzar en un camino que seguía las directrices del gran Machado. Miraba cómo me habían dejado huella los distintos vicios y parecía que querían que los viera. No me sentía feliz así: tocaba salir corriendo. Tanta tentación frenética acababa conmigo, haciéndome sentir un animal de instintos salvajes brotados a flor de piel; sentía hambre. Un hambre alimentada por la gula de los años malvividos. No veía la luz, el espacio no brillaba. Me absorbía un agujero negro que había aparecido, fruto de la factura que me tocaba pagar después de tantos años gastando mierda de primera calidad. El fin se acercaba y, para mi gran tristeza, no tendría una fiesta de despedida.

Francisco Pinilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario