lunes, 1 de junio de 2015

Los verdaderos y los falsos amigos.



Como cada sábado un grupo de amigos se reunían para salir de fiesta o para pasárselo bien después de una semana de estudios.

Un sábado de esos había una fiesta en la que todo el mundo hacía botellón, bebía, se lo pasaban bien y conocían a gente nueva. Ellos no iban a ser menos y  para no quedarse excluidos sin beber compraron entre todos algo de alcohol y se fueron.

Las horas pasaban y algunos de ellos empezaban a notar los efectos del alcohol, seguían pasando las horas e iban a peor; uno de ellos ya no sabía lo que hacia, lo que quería era seguir bebiendo en los momentos de descuido coja la botella y selo bebía a palo seco, hasta que dos de sus amigos se dieron cuenta y le quitaron la botella. Pero se volvía a repetir: él la cogía y ellos se lo quitaban para evitar que fuera a peor su estado y le pasara algo grave, al rato de volver a repetir lo mismo varias veces otros dos amigos ya hartos dijeron que lo dejaran que hiciera lo que quisiera; le quitaron la botella a los otros dos muchachos y se la dieron al otro. En ese momento todo quedó claro acerca de quiénes eran los verdaderos amigos , porque si lo fueran hubieran hecho como los otros dos, intentar que dejara de beber y no darle la oportunidad de que siguiera bebiendo más.


Manuel Cabezas

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