Estaba solo de nuevo, como siempre, bebiendo una y otra vez. Todavía se
acordaba de todo. "Como si fuera ayer". Empezó a llorar, no lo había
superado. Lo recordaba todo, las caras, sus gritos, sus lágrimas. De
repente, se dio cuenta de que lo estaban llamando, era la hora de volver a
la celda.
Antonio Manuel Martínez Poyato
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