domingo, 8 de noviembre de 2015

SUS PADRES NO DABAN CRÉDITO.



Salimos una noche de verano, con una botella bajo el brazo como todos los sábados. Ana nunca bebía pero esa noche se la pasó bebiendo. La semana siguiente pasó lo mismo. Y la siguiente también. Llegó el día en que tuvimos que llevarla al hospital. ¡Un coma etílico! Llamamos a sus padres y no daban crédito a lo que les estábamos contando. Afortunadamente todo salió bien y no le pasó nada más.

Mari Ángeles Rosales

2 comentarios:

  1. Ana tuvo mucha suerte porque desgraciadamente se dan casos en los que la persona muere de un coma etilico y ella confiandose de que bebia y no le pasaba nada tuvo un exceso de ingerir alcohol por su imprudencia

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  2. Situación de lo más común hoy día la que se refleja en el microrrelato. Ana comienza a beber y cada vez tiene menos control de su consciencia, entrando así en un estado en el que la suerte está echada: o consigues salvarte milagrosamente como lo hizo Ana o mueres...que es lo que ocurre en la mayoría de los casos. ¿Sale rentable todo esto?

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