lunes, 9 de febrero de 2015

MI ENEMIGO ALCOHOL.


Manuel era un chico listo, alegre y muy simpático, pero todas esas facetas positivas de su persona cambiaron tras la muerte de su padre, cuando él tan sólo tenía 15 años. Para llenar aquel vacío que dejó su padre empezó a beber alcohol, fumar cosas que no debía y a traficar con drogas para conseguir dinero para comprar alcohol.
Al cabo de 2 años, Manuel conoció a una chica llamada Lucía, de la cual él se enamoró; pero había un inconveniente: ella no quería vivir la vida que él llevaba. Manuel decidió cambiar para conquistar a Lucía y así lo hizo. Eran bastante felices, Lucía pudo llenar el vacío que Manuel llenaba con alcohol.

Pasaron los años pero aquella relación tan bonita terminó, ya que ambos no conseguían comprenderse. Manuel, al pasarlo tan mal, volvió a recaer en el alcohol y en las drogas; en tan sólo unos meses, Manuel cambió por completo tanto físicamente como psíquicamente. A raíz de este cambió hizo que ingresara en un centro de desintoxicación. A los pocos días de ingresar Manuel falleció y, en el entierro, uno de los pocos amigos que le quedaba le dedicó está frase “Manuel creías que el alcohol era tu amigo, pero acabó contigo”.

Miriam Ruiz

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