Alberto, un niño de 16, vivía humildemente en un barrio donde los
habitantes no tenían mucho dinero. Sus padres estaban en paro y no tenían ni
para comer; el chico se dedicaba a robar para beber y olvidar los
problemas.
Cada copa que tomaba se daba cuenta de que los problemas cada
vez le importaban menos.
Hasta que una última copa acabo con su vida .
Maria del Mar Figeroa Muñoz
Miguel Ángel Trancoso Paredes
ResponderEliminarEste microrrelato está muy bien, porque esta situación es muy realista, mucha gente bebe para "olvidar los problemas" pero acaban destrozandose a si mismos. Muchos jóvenes inmaduros buscan la "solución" a sus problemas o la "felicidad en las botellas.
Lo que cuenta este microrrelato está a la orden del día ya que muchas personas, que prefieren beber antes de comer, ayudar a su familia , y se piensa que va a llegar a conseguir su felicidad, a olvidar las penas, y todo eso, bebiendo alcohol, lo cual esta verdaderamente confundido.
EliminarRosa L.G.