domingo, 30 de noviembre de 2014

SI SE QUIERE TODO ES POSIBLE.



Alejandro era un chico alegre y extrovertido, siempre bromeando y alegrando la clase a sus compañeros, no podía estar callado, por eso no le iba muy bien el instituto; no ponía atención a las lecciones que explicaba el profesor en clases. Su madre decidió apuntarlo a clases particulares; pero seguía en el mismo plan. Fue pasando los cursos por los pelos;pero el problema llegó cuando se fue haciendo mayor y empezó a salir con unos amigos nuevos que había conocido. Estos chicos eran conocidos por sus continuas peleas y escándalos; no eran precisamente unos santitos.

Su madre veía con preocupación como a su hijo le iba cambiando el carácter, ya no era el chico alegre que había sido siempre; estaba siempre de malhumor y cuando no se hacía lo que él quería daba voces y rompía lo primero que tenía en las manos. Cada vez llegaba a casa con síntomas de haber ingerido alcohol, y la situación se iba cada vez agravando. Sus hermanos pequeños vivían con miedo; porque ya no se trataba del hermano bueno que ellos habían conocido.

Dejó de ir al colegio, no quería estudiar; pero tampoco quería trabajar, la situación iba empeorando. El poco dinero que traía su madre a casa desaparecía, porque él se lo robaba para seguir su ritmo de vida. A veces cuando llegaba fin de mes no tenían ni para comer y su madre tenía que llevar a sus hijos menores a comedores sociales, para poder llevarse un plato de comida a la boca.

Allí trabajaba un hombre llamado Ángel, que empezó a entablar una amistad con María la madre de Alejandro. Ella se desahogaba con Ángel contándole la situación que vivía en su casa y que no sabía que hacer con su hijo mayor, para que volvíera a ser como antes.

Ángel le contó a María que cuando él era joven también fue así; pero su familia le ayudó a salir de ese pozo donde estaba, y que ahora se dedicaba a ayudar a chicos jóvenes y a sus María y Ángel hablaron con Alejandro; a lo primero no quería y se escapó de casa, pero al cabo de unos días regresó arrepentido y decidió escuchar a su madre sobre lo que le estaba.

El día después de navidad, Alejandro ingresó en un centro de desintoxicación, acompañado en todo momento por su madre, hermanos y este buen hombre que había llegado a sus A lo primero fue muy duro y lo pasó muy mal, sin poder probar una gota de alcohol; allí conoció a muchos chicos jóvenes que vivían su misma situación, con los cuales empezó a tener amistad con ellos y así poder ayudarse unos a los otros. Su mejor amigo Miguel le daba muy buenos consejos y juntos consiguieron salir del pozo donde estaban metidos.

Al cabo del año Alejandro estaba totalmente rehabilitado y volvió al mundo real, pero esta vez todo fue diferente, lo primero que hizo fue retomar sus estudios y dejar sus antiguas amistades. Miguel en cambio empezó a trabajar en un negocio familiar; pero los fines de semana salían y hacían actividades deportivas. Pronto conocieron a unas buenas chicas y empezaron a salir con ellas, por fin la vida les empezaba a sonreír y a ser felices.

Miriam Ruiz

1 comentario:

  1. Este es el ejemplo de que la familia debe de buscar ayuda de alguna asociación o algún profesional que entienda por lo que está pasando, ellos solos no conseguirían ayudarle.

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