Al día
siguiente, en la entrada del instituto todos se reían de ella. Estaba
desubicada y no entendía nada. Las risas y carcajadas que provocaban su
presencia, no eran normales, aunque para ella era un día más.
Se llamaba
Ana, estaba marginada por sus compañeros pero raramente, hoy no se estaban
riendo de ella.
Un
compañero de su clase, muy honesto y bastante cariño con los demás, como la vio
tan apurada y avergonzada decidió contárselo todo: la noche anterior Ana había
perdido el control en la fiesta, hizo muchas locuras, aunque ya no permanecían
en su memoria y todo porque alguien le ofreció algo que nunca debería de haber
probado.
Teresa Hernández
El microrelato me parece muy interesante y tiene mucha intriga porque hasta que no terminas de leerlo no sabes realmaente lo que le pasa a la muchacha.
ResponderEliminarEste microrrelato nos hace que entendamos los peligros que puede provocar el alcohol como que dejemos de ser los dueños de nuestros propios actos y que no podemos ingerir ningun tipo de sustancias estando de fiesta si no sabemos lo que es, y esa muchacha ni se acordaba de lo que había hecho, desconociendo completamente si la habían violado o si sólo se estaban riendo de ella.
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