lunes, 3 de febrero de 2014

Proceso

Te despiertas una mañana, te levantas de la cama, te vistes, no desayunas, coges dinero y sales de casa. Caminas por la calle, entras en un bar, te sientas en una banqueta, pides una copa, la agarras y la elevas hacia tu boca, el alcohol roza tus labios, dejas de existir.


Beatriz Benavente 

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