Un día de verano, mis amigos me llamaron para ir a la playa, mis padres no me dejaban porque
era el cumpleaños de mi hermana y querían que lo pasáramos ese día junto. Pero no le hice
caso, me fui a la playa con ellos. Pasamos la tarde y mientras se iba anocheciendo, mis amigos
y yo nos empezamos a animar, vinieron otro grupo y empezamos a beber y cada vez más.
Después de un rato riendo todos juntos decidimos bañarnos, no era buena idea pero en esos
momentos no nos importó. Recuerdo como mis pulmones se empezaban a llenarse de agua,
no podía respirar, se me hacía cada vez más difícil y empecé a ver borroso. Mis amigos no le
dieron importancia, seguramente pensaban que estaba de broma.
Tal vez hubiera tenido que escuchar a mis padres y quedarme en casa, tal vez si me hubiera
quedado tendría mucho tiempo para pensar en ellos, tal vez… Pero ya es tarde. ¿Por qué no les
hice caso? ¿Por qué no me quedé celebrando el cumpleaños de mi hermana? ¿Por qué me
emborraché? ¿Por qué este día se convirtió en el peor para mi hermana cuando siempre tenía
ganas de que llegara?
Marta Castillejo
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