Me llamo Paco, tengo 38 años. Estoy en el hospital Reina Sofía. Tengo un cáncer terminal de hígado y estoy esperando mi último suspiro.
En cada latido que aún tengo recuerdo mi pasado…
-Recuerdo tristemente cómo discutía con mis padres cuando hace 3 años
me decían que estaba enganchado al alcohol.
-Recuerdo hace 8 años cuando mi hijo Ivan nació. Aquel día todos nos
emborrachamos celebrando su nacimiento. Todavía se me saltan las
lágrimas al pensarlo y saber que no podré ver cómo crece.
-Recuerdo hace 13 años cuando conocí a mi esposa, que ahora sufre a mi
lado. La vi en aquel pub, era la más guapa. Le dije al camarero: “Póngame
un whisky solo” Me lo bebí de un trago y me lancé a por ella…
-Recuerdo con amarga alegría cuando hace 15 años me fui con mis amigos
a Tomorrowland. Nos lo pasamos genial… En aquella fiesta no cogíamos
resaca porque no nos daba tiempo…
-Recuerdo con una leve sonrisa cuando hace 20 años mi tío Pablo, que
tenía 26, me invitó a un cubata y con él pillé mi primera borrachera oficial.
-Y recuerdo cuando hace 22 años le quitaba el alcohol a mi padre para
pasármelo bien con mis amigos en la feria.
Recuerdo…recuerdo. Eso es lo único que me queda…Ya no me queda
ilusión, esperanza o fuerza…
Sólo recuerdos, culpa y último suspiro…
Ian Domínguez del Rey
A mi parecer es una pena que un hombre tan joven acabe su vida de esa forma tan poco digna y justa por meterse en el mundo del alcohol
ResponderEliminarMe gusto mucho este microrrelato.
ResponderEliminarEs una pena que muera recordando toda la vida y no vea crecer a su hijo, la familia sobre todo su esposa debe de estar muy apenada el alcohol es lo peor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar