sábado, 18 de enero de 2014

Botellón

Como cada fin de semana solíamos quedar para hacer botellón, nos encontrábamos en la puerta del supermercado del barrio varias horas antes para comprar la bebida.
A las doce ya estábamos todos en aquel parque donde nos olvidábamos de nuestros problemas mientras bebíamos y reíamos. Sobre las 4 de la mañana ya nos íbamos para casa. Me monté con un amigo en su moto ya que se empeñó en llevarme, al principio no quería pues sabía que no estaba en condiciones de conducir pero lo hice, me monté en aquella maldita moto. 
A partir de ese momento no recuerdo nada más que unas luces blancas que se acercaban demasiado y, posteriormente, a mi amigo tumbado a mi lado...sin respiración.

Alessandra Sánchez

1 comentario:

  1. Una muestra más de lo inconsciente que podemos llegar a ser cuando bebemos alcohol. Muchas veces no eres tú el causante del accidente pero sí la víctima. Si esa chica hubiese estado en sus cabales hubiera pensado en no montarse en esa moto, y si tuviera carné de conducir habría pensado en llevar a su amigo borracho, pero no fue así... Ella vivió, pero él murió borracho, un fin de semana que comenzó como otro cualquiera y acabó como el más trágico de su vida. Beber alcohol conlleva a situaciones como esta, en las puedes acabar con tu vida y entristecer a la de tus seres queridos. Piensa en ti primero y si no te convence, piensa en los demás.
    ¡Enhorabuena por el relato!

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