Era una chica jovencita. Tenía muchas amigas, hasta que un día fracasó porque se metió en el alcohol.
Perdió sus amistades y se echó a perder a ella misma, porque bebía y fumaba. Nadie la miraba bien por la vida que llevaba.
La madre le daba consejos y y el padre también, hasta que un día su padre enfermó de pena, porque quería lo mejor para y si hija y porque su esposa no dejaba de sufrir.
Esto sucedió hasta que ella se dio cuenta y entró en un centro de rehabilitación para curarse y dijo:
-¡ Qué daño os he hecho a todos vosotros y qué mal me he portado. Ahora me doy cuenta de que antes era un infierno para todos. ¿No es más bonito ser feliz y no dar problemas a los demás?
MªJosé Barragán
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