martes, 21 de enero de 2014

Mi padre

Era principio de verano, cualquier niño o niña de 7 años estaría pegando saltos de alegría por la llegada de las vacaciones, no tener que madrugar, no tener tareas, en fin... disfrutar de esos tres meses. Pero no era mi caso, mis padres acababan de separarse. Al principio, no sabía bien por qué, supongo que a esa edad no somos capaces de comprender todo lo que nos rodea, así que a pesar de  estar entristecida lo llevé más o menos bien.
Pasaba una semana con mi madre y otra con mi padre, en un primer momento no me molestaba, me sentía bien con los dos, aunque fuera por separado. Sin embargo, todo cambió un día del mes de agosto, esa semana la estaba pasando junto a mi padre, durante el día habíamos ido al cine y me había comprado un vestido que me encantaba. 
La verdad es que me consentía en todo, era su niña. Para mí era el padre ideal. Pero llegó la noche, y un ruido  me despertó, la lámpara del salón estaba encendida, así que salí y fui hacia allí. Vi a mi padre cerrando la puerta y con una botella en la mano, su mirada era distinta, su expresión me asustaba, y sus palabras me hirieron  más que cualquier golpe… :¡Ojalá no hubieras nacido nunca! 
Me quedé muda, noté cómo las lágrimas caían  por mis mejillas, se me vinieron a la mente todos los momentos que habíamos pasado juntos , cada cumpleaños, cada abrazo, cada beso...¿ En qué se había convertido? ¡Qué triste fue conocer la verdadera realidad!
 En aquel momento solo pude decir: ‘’Tú…tú no eres mi padre’’.

María M.


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