lunes, 20 de enero de 2014

Me pregunté, al fin, el por qué de todo

Después de una noche de fiesta te despiertas por la mañana, miles de preguntas vienen a ti: ¿Qué hice anoche? Mi respuesta es: no me acuerdo de lo que hice. ¿Haría algo mal? No lo sé. ¿Le habré fallado a mi chica? No me acuerdo de con quién estuve. ¿Llegué tarde a casa? No lo sé, solo sé que me trajeron a casa y yo entré. Esto es un sinfín de preguntas, sin tener ninguna respuesta. Me pregunto ¿Por qué? 
Me doy cuenta,  lo he hecho mal,  no llego a ningún sitio bebiendo alcohol, lo único que me hace esto es sentirme tan mal como hoy, con tantas preguntas sin respuestas, con ese "cocimiento de cabeza", que nadie puede quitármelo. Entonces pienso en proponerme algo, veo que esto no ha sido sano para mí, ni para las personas que están a mí alrededor. Puedo salir de fiesta y saber lo que hago, llegar a casa, si tengo preguntas... quiero saber contestármelas, saber que siendo así no le haré daño a mi chica.
 ¡ME DOY CUENTA QUE EL ALCOHOL SIMPLEMENTE ES UNA ADICCIÓN  QUE TE QUITA VIDA!  

Rosa María Lumbreras

No hay comentarios:

Publicar un comentario