lunes, 27 de enero de 2014

Mamá

Desde por la mañana viendo a mi madre con una botella en la mano.
Así me levanto cada día, con esa imagen.
Mi padre se marchó hace mucho, no recuerdo exactamente cuándo, pero ese fue el desencadenante que hizo que empezara a beber.
Cada vez que vengo del instituto me la encuentro tirada en el sofá, con dos o tres botellas en el suelo. No hay nunca nada para comer, yo siempre acabo llamando para que traigan una pizza.
Intento esconderle las botellas pero ella siempre se enfada y me grita. Creo que ella piensa que el alcohol sustituye a mi padre y que todo está bien, pero esto algún día acabará mal.
No quiero ni llegar a casa el día que pase algo.

Jéssica Ríos

1 comentario:

  1. Este relato me ha parecido muy interesante por que refleja sucesos actuales y muy repetitivos hoy día. Con los divorcios y separaciones familiares, una de las partes o incluso las dos partes salen mal paradas siempre y lo pasan mal, y donde ven el alcohol ven un apoyo, una manera de meterse en su propia burbuja y no afrontar la realidad y ahí es cuando los hijos lo pasan peor; ver como una madre, en el caso del relato, descuida a su hija y actúa como si no tuviera ninguna responsabilidad y hace ponerla en evidencia es algo muy duro. Un hecho producido por el alcohol. Una de tantas cosas que el alcohol consigue, destrozar una familia que ya tenía grietas.

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