jueves, 30 de enero de 2014

Mi fin

No podía creerlo. No, esto no me podía estar pasando a mí. La persona que más me quería y a la que más quería… No podía ser verdad. No podía haberlo hecho yo… ¿En qué momento me había convertido en este horrible ser?
Ahora lo recuerdo todo:
Todo comenzó cuando tenía 15 años, en el instituto. Yo solamente quería integrarme, hasta ese momento yo había sido un chico ejemplar, pero todo empeoró cuando comencé a salir. Mis amigos bebían mucho y yo sólo quería ser uno más. Empecé bebiendo una copa, pero todo se fue agravando y todos los fines de semana me emborrachaba.
Y aquí estoy, con 20 años delante del cuerpo de mi madre. 
Yo lo he hecho, yo la he matado.


                                  
                                                                                              Sara Risco 

2 comentarios:

  1. Las amistades pueden ser perjudiciales y sobre todo las amistades nuevas donde el alcohol está de por medio. Si no te respetan por que no bebas, esos no son amigos y si te incitan a probarlo tampoco lo son. Este chico que por integrarse y caer bien a gente que no valía la pena, ha llegado a matar a su propia madre, la persona que más queremos. Es una pena que esta situación suceda con frecuencia...
    Buen mircrorrelato.

    ResponderEliminar
  2. Comento este relato porque creo que es una situación muy común entre, nosotros, los jóvenes. A menudo vemos chicos y chicas que antes no eran así y cambian por poder pertenecer a un grupo. Parece una tontería pero este relato muestra hasta donde puede llegar la situación. Es triste que algunas personas cambien incluso su personalidad y hagan algo que no les apetece por pertenecer a un grupo.
    Deseo que a algunos les haya hecho reflexionar este microrrelato.

    ResponderEliminar