Quiero que sepas que siempre te he querido.
He perdido todo lo que tenía y solo ha sido por beber alcohol, nunca olvidaré todo lo que te hice pasar por mi culpa y tú aún seguías junto a mí. Me pregunto ¿por qué?
Quiero que sepas que no os abandono, solo me voy por un tiempo, porque no quiero verte cómo sufres cuando estoy en el bar. Cuida de nuestra hija, ella no tiene culpa de que un mal padre como yo no sepa cuidar a su hija como se merece. Lo siento, espero que un día me entiendas y que sepas perdonarme.
Espero que te vaya bien todo.
Iván López
¡Un buen relato! No siempre somos capaces de ver nuestros errores y mucho menos cuando estamos obcecados por una droga como el alcohol. Este padre vio claro que estaba destrozando su vida y aún más estaba destrozando la vida de su mujer y su hija. Tomó una decisión muy valiente y dura, llena de responsabilidades y madurez. Una decisión que no todos, o mejor dicho, pocos, son capaces de tomar.
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